Alhamdulillah, que nos otorgó como bendición el Mensajero Al Amin ﷺ, quien tuvo el mejor carácter en cada momento. Allah lo envió a toda la humanidad con los argumentos más fuertes y las pruebas más claras. Y el Corán le fue revelado en lengua árabe clara y concisa.
Creyentes, hemos llegado al mes de Rabi’ al-Awwal, que brilla con el aniversario del nacimiento del Maestro de los árabes y los no árabes. El mes de la misericordia guiada y la gracia dada. Es el aniversario del nacimiento del Mustafá ﷺ, por a través del cual Allah sacó a toda la humanidad de la estrechez a la amplitud, de la oscuridad a la luz y de la ignorancia al conocimiento, del adorar a los ídolos a adorar Allah, el Único. Con él se concluyeron los mensajes, y él es quien trajo la palabra final del Creador a toda la creación. Así que no hay vida excepto para aquellos que se aferran a este mensaje, al que Allah llamó Ruh, y dijo: «Así mismo te hemos inspirado un espíritu que viene de Nuestra orden». Este es el nacimiento de aquel cuya mente Allah ha purificado, jurando y diciendo: «Por el Astro cuando desaparece! (1) Que vuestro compañero no está extraviado ni en un error». Es la conmemoración de aquel cuya mente fue purificada por Allah que Dijo: «Ni habla movido por el deseo. No es sino una revelación inspirada». Estamos Recordando a aquel cuyo corazón Allah purificó y dijo: «No mintió el corazón en lo que vio» y purificó su visión: «No se desvió la mirada ni se propasó».
Es el nacimiento de quien Allah juró por su vida cuando dijo: «¡Por tu vida! que estaban perdidos en su ceguera». Y Él, Gloria a Él, lo purificó entero y dijo: «Ciertamente tienes un carácter magnánimo». Hassan bin Zabit, alabando al Profeta ﷺ, dijo:
«Mejor que tú mis ojos nunca han visto… Más hermosos que tú, las mujeres no han parido. Fuiste creado libre de toda imperfección, como si hubieras sido creado como deseabas».
El dueño de este gran carácter instó a su pueblo a tener buenos modales y les ordenó interactuar con la gente de la mejor manera. Se relató de Abu Dharr, que Allah esté complacido con él, que el Mensajero de Allah ﷺ, dijo: «Teme a Allah dondequiera que estés y haz seguir una mala acción de una buena acción y esta será borrada, y trata la gente con buenos modales». Es decir que el adab se demuestre en tu adoración, en tus tratos y en todos tus movimientos y tu quietud.
Se le preguntó al Mensajero, ﷺ: «¿Qué es lo mejor que se le dio al hombre?». Dijo: «Los buenos modales».
Musulmanes, celebrar este nacimiento significa seguir a nuestro Profeta ﷺ , seguir su proceder, adherirse a sus ajlaq, obedecer sus mandamientos y abstenerse de lo que ha prohibido, según las palabras de Allah Todopoderoso: «Y lo que os da el Mensajero tomadlo, pero lo que os prohíba dejadlo». Asimismo, estudiar su sira y seguir sus pasos, en todo momento ya sea en lo bueno o lo malo.
«Y quien dice amar al Profeta y no se aferra a su Sunnah, es un mentiroso».
Porque la Sunnah del Mensajero es la barca de la salvación, especialmente en los tiempos de fitna y crisis. Porque todo el carácter del Mensajero ﷺ fue inspirado por el Corán.
Cuando le preguntaron a Aisha sobre el carácter del Profeta ﷺ, ella dijo: «su carácter era el Corán». Es decir, era un Corán que caminaba sobre la tierra. Y él dijo ﷺ: «Mi Señor me disciplinó y me disciplinó bien».
Ibn Kazir, que Allah tenga misericordia de él, dijo, acerca de su carácter que fue el Corán. Es decir, se obligó a sí mismo a actuar según lo que se ha mandado en el Corán y abandonar lo que se ha prohibido.
Siervos de Allah, las cualidades del Mensajero de Allah ﷺ son innumerables. Se ha dicho acerca de ello: ¿Cómo abarcan las palabras tus cualidades? ¿acaso se vacían los mares con vasijas?
De su carácter, por ejemplo, no como referencia, están el perdón, la humildad, la gentileza, la modestia, la generosidad, la honestidad, la paciencia, la misericordia, la benevolencia, la piedad, la lealtad, el ascetismo, el contentamiento, la valentía y la fuerza.
Y entre los ejemplos de su perdón es lo que narró Aisha (rA) cuando dijo: «El Mensajero de Allah nunca pegó a nadie con su mano, ni a una mujer, ni a un sirviente, Su Señor le ordenó perdonar y ser indulgente, y le dijo: “Así pues, perdónalos, pide perdón por ellos y consúltales en las decisiones. Por una misericordia de Allah, fuiste suave con ellos; si hubieras sido áspero, de corazón duro, se habrían alejado de tu alrededor”».
Él ﷺ es quien dijo, el día de Uhud, cuando fue herido y su honorable rostro estaba ensangrentado y su diente roto: «Allahumma, perdona a mi pueblo, porque no saben». Sayyiduna Abu Ubaidah le ocurrió algo asombroso el día de Uhud, cuando quitó con la boca los dos anillos del escudo de las mejillas del Mensajero de Allah y se le cayeron los dientes frontales. Era lo más hermoso que podía ser. Abu Bakr dijo: «Nunca hemos visto a un hombre sin dientes frontales más hermoso que él». Cada vez que Abu Ubaidah sonreía, les recordaba a sus compañeros la feroz batalla de Uhud. El Profeta ﷺ dijo de él: «Este es el confidente de esta nación». Siervos suyos, reflexionad sobre el amor de los Sahaba hacia el Profeta ﷺ.
El amor no es sólo con la lengua, sino también con los actos.
Creyentes, quien quiera salvarse de las tentaciones del mundo, que estudie la vida de este noble Profeta, quien dijo: «Dejé entre vosotros lo que, si os adherís a él, no os extraviáis: el libro de Allah y mi Sunnah».
Es importante que cada uno recuerde la Sunnah del Mensajero de Allah ﷺ en toda su adoración y tratos, y que la enseñe a sus hijos e hijas, porque es un antídoto eficaz contra toda epidemia, así que aferraos a ella.
Dijo Allah, alabado sea: «Realmente en el Mensajero tenéis un hermoso ejemplo para quien tenga esperanza en Allah y en el Último Día y recuerde mucho a Allah».
Allahumma, concédenos el éxito en seguir al Maestro de los Mensajeros y al Sello de los Profetas. Allahumma, haznos seguir su Sunnah y guía a nuestros hijos e hijas a seguir a este noble Profeta. Allahumma, sella nuestras obras con el Imam, el Islam, la bondad y la Sunnah, y haznos de entre los incluidos en la intercesión de tu Profeta ﷺ en el Día en que ni la riqueza ni los hijos benefician excepto aquellos que vienen con un corazón sano.
Amin