Alhamdulillah, Quien nos Ha honrado con el Islam e hizo que ello sea nuestra fuerza y nuestro Imán, Y ha unido nuestros corazones y nos ha hecho hermanos.
Doy testimonio de que no hay más dios que Allah, Único y sin asociado. Un testimonio que nos permitirá entrar al Jardín, el día en el que ni la riqueza ni los hijos servirán de nada. Doy testimonio de que Muhammad ﷺ es Su siervo y Mensajero, y paz y bendiciones sobre su familia y sus compañeros y todos aquellos que sigan su guía hasta el Día del Juicio.
¡Musulmanes!, Allah Todopoderoso dijo en Su libro:
«y aferraos todos juntos a la cuerda de Allah y no os separéis. Y recordad el favor que Allah os dio cuando erais enemigos, y recordad el favor que Allah ha tenido con vosotros cuando, habiendo sido enemigos, ha unido vuestros corazones y por Su gracia os habéis convertido en hermanos. Estabais al borde de caer en el Fuego y os salvó de ello. Así os aclara Allah Sus signos. Ojalá os guieis».
Allah Todopoderoso nos ordenó en esta aleya que nos aferremos a la cuerda de Allah. Esto indica la necesidad de que los musulmanes deben dejar a un lado las diferencias, disputas y separaciones que destruyen la unión, evitar la dispersión que producen las opiniones, la división de metas y el odio entre las personas. La cuerda de Allah es el pacto de Allah y significa el Libro de Allah, Todopoderoso. Dijo el Mensajero ﷺ: «El Libro de Allah es la cuerda de Allah extendida desde el cielo hasta la tierra». En otro hadiz. «Es una protección para quienes se adhieren a ella y una salvación para quienes la siguen». Especialmente en tiempos de conflicto y de materialismo, tiempos en los que el deseo por Dunia tiene más presencia y fuerza que el deseo por la Otra Vida. Entonces, Allah, Todopoderoso nos prohibió la división. Él dijo: «No os separéis». Porque la unión es misericordia y la separación es sufrimiento. Y dijo en otra aleya: «no disputéis, porque entonces os acobardaríais y perderíais vuestro ímpetu». Mantenerse unido a una comunidad es un acto de acercamiento a Allah y un acto de adoración. Teniendo paciencia en ello, uno gana el beneplácito de Allah y de Su Mensajero ﷺ, quien dijo: «Allah quiere para vosotros tres cosas: Adorarlo y no asociarle nada, aferrarse a la cuerda de Allah y no dividirse, y buscar el consejo de aquel a quien Allah ha puesto a cargo de vuestros asuntos».
¡Creyentes!, Allah, Todopoderoso, nos ha prescrito obligaciones legales, y la mayoría de ellas son para su cumplimiento colectivo, incluida la oración en yama’ah. La sabiduría que contiene su establecimiento legal es que la gente debe reunirse cinco veces entre el día y la noche. Y esto tiene grandes beneficios y aumenta el afecto, el amor y la armonía entre las personas. La oración en yama’ah es veintisiete veces mejor que la oración individual. El Profeta ﷺ dijo: «La oración en yama’ah es veintisiete veces mejor que la oración individual». ¿Cómo alcanzó este rango? Por hacerla en comunidad, por la reunión entre hermanos, vecinos y amigos en la Casa de Allah. Entonces, Allah Todopoderoso llamó a quienes rezan en las mezquitas y hacen dhikr, salat y glorifican a Allah «Hombres». Allah, Todopoderoso, ha dado testimonio de su hombría y de su futuwwah, al decir: «En casas que Allah ha permitido que se levanten y se recuerde en ellas Su nombre y en las que Le glorifican mañana y tarde. Hombres a los que ni el negocio ni el comercio les distraen del recuerdo de Allah». La aleya señala dos importantes momentos: «al ghuduw wal assal», dijo Muyahid: «Es la Oración de la mañana y la oración de la tarde». Se ha transmitido en un hadiz que el Profeta Muhammad ﷺ dijo: «Las oraciones más difíciles para los hipócritas son la oración de ‘isha y la oración de fayr». Luego Allah ordenó una reunión semanal que es aún más grande que esta, que es la reunión del Yumu’ah. Y te ordenó que dejaras lo que te distrae de ello, sea comercio, trabajo, compra o venta, para participar de esta reunión bendita para ver la gente que vive lejos de ti. Allah, alabado sea, dice: «¡Vosotros que creéis! Cuando se llame a la oración del viernes, acudid con prontitud al recuerdo de Allah y dejad toda compraventa; eso es mejor para vosotros si sabéis». Luego está la congregación anual, que es la peregrinación a la Sagrada Casa de Allah, y estamos en la temporada del Hayy, que es un gran pilar del Islam. ¿Cuál es la razón para que sea un gran pilar? Toda la Ummah se reúne en un solo lugar bajo la divisa «la ilaha ila lah muhammadun rasulu lah».
Siervos de Allah, sabed que Allah ha unido los corazones de Sus siervos creyentes y ha sembrado entre ellos el amor, el afecto y la hermandad. Y dijo: «Aunque hubieras gastado todo cuanto hay en la tierra no habrías conseguido unir sus corazones, sin embargo, Allah los unió. Verdaderamente Él es Irresistible, Sabio». Y Sobre la base de la hermandad, cooperación, armonía y solidaridad, el Mensajero de Allah ﷺ edificó su comunidad en los comienzos del Islam, y llegó a ser la mejor comunidad que ha existido para toda la humanidad. Allah, alabado sea, dice: «Sois la mejor comunidad que ha surgido en bien de los hombres. Ordenáis lo reconocido, impedís lo reprobable y creéis en Allah». Ordenar el bien es un precepto de la yama’ah que nutre sus cimientos y sus raíces. Entre sus fundamentos están ignorar las diferencias y trivialidades que pueden hacer temblar los pilares de la comunidad. Asimismo, una lengua maliciosa puede destruir en un momento lo que la gente ha estado construyendo durante años. Por ello, lo que siempre es mejor es dejar de lado todo lo que perjudica. Uno de los fundamentos de la yama’ah es la cooperación, para que no te conviertas en un miembro inactivo de tu comunidad, puedes ayudar, aunque sea tan solo con palabras luminosas. Todas las personas somos servidores unos de otros, incluso si no nos damos cuenta de ello. Allah nos creó para ayudarnos unos a otros. Dijo Allah en el Corán: «Y buscad ayuda en la virtud y en el temor (de Allah), no en la desobediencia ni en la transgresión».
Allahumah, une las filas de los musulmanes, protégenos de las pruebas que son evidentes y de las que están ocultas, provéenos de donde menos lo esperamos, y no nos abandones a nosotros mismos ni un instante. Amin.