Reflexionando sobre el paso de los días y los años

Alhamdulilah, Quien hizo que la noche y el día se alternaran para quien quisiera recordar y ser agradecido, e hizo que sean el medio para que se acerque la hora y el cómputo de las obras y de la vida. A quien reflexione le servirá de recordatorio, a quien agradezca le aportará beneficio, y a quien esté descuidado le pondrá entre los que han perdido. Doy testimonio de que no hay más dios que Allah, Único, sin parecido, y que Muhammad es Su siervo y Mensajero ﷺ y paz y bendiciones sean con, su familia, sus compañeros y todos aquellos que lo siguen en la rectitud hasta el Día del Juicio.

Siervos de Allah, tened taqwah y volveos a vuestro Señor completamente. Reflexionad sobre el paso de los días y los años y pedíos cuentas antes de que os las pidan. Preparaos para un día en el que ni la riqueza ni los hijos servirán de nada, excepto para quienes lleguen ante Allah con un corazón sano. Allah, Todopoderoso, dijo: «En verdad, en la creación de los cielos y la tierra y en la alternancia de la noche y el día hay señales para los dotados de intelecto».

Le preguntaron a la Madre de los Creyentes, ‘Aisha, que Allah esté complacido con ella, sobre lo más sorprendente que vio del Mensajero de Allah ﷺ. Ella permaneció en silencio y luego dijo:

Se levantó una noche y dijo: «Oh, ‘Aisha, déjame adorar a mi Señor». Entonces, se levantó e hizo la ablución, luego se puso de pie y rezó. Estuvo llorando hasta que su regazo estuvo húmedo, y siguió llorando hasta que se humedeció también el suelo. Y Bilal entró para decirle que era la hora de la oración, y cuando lo vio llorando, le dijo: «Oh, Mensajero de Allah, ¿estás llorando, cuando Allah te ha perdonado todas tus faltas pasadas y futuras?». El Mensajero de Allah ﷺ le respondió: «¿Acaso no debería ser un siervo agradecido? Esta noche se me han revelado algunos versos, y pobre de aquel que los recite y no medite sobre lo que significan: “Es cierto que en la creación de los cielos y la Tierra y en la sucesión del día y la noche, hay signos para los que saben reconocer la esencia de las cosas. Los que recuerdan a Allah de pie, sentados y acostados y reflexionan sobre la creación de los cielos y la Tierra: ¡Señor nuestro, no creaste todo esto en vano! ¡Gloria a Ti, presérvanos del castigo del Fuego!”».

Pero solo aquellos con mentes iluminadas, corazones puros y vivos y aspiraciones elevadas que trabajan por el ajira y dedican sus vidas a la adoración de su Señor reflexionarán sobre su significado. Ellos son los justos, aquellos cuyas mentes Allah ha iluminado con la recitación del Corán y cuyos corazones Él ha abierto para memorizarlo y actuar acorde con ello hasta su muerte. Son aquellos cuyos ojos no están cegados al razonamiento y la reflexión, a diferencia de aquellos a quienes Allah amonestó cuando dijo: «¡Cuántos signos hay en los cielos y en la tierra! Pasan delante de ellos y se apartan».

Entre las bendiciones que muchas personas descuidan está la bendición de la vida misma, una bendición cuyo final da comienzo en su mismo inicio. Con cada día que pasa, una parte de tu vida se escapa sin que te des cuenta. En tan solo unos días, nos despediremos de este año solar, que pasó como un relámpago, desapercibido excepto para aquellos que realmente entienden. ¿Alguno de nosotros ha hecho un balance de sus acciones este último año? ¿Hemos hecho buenas obras que nos aportarán alegría en la Otra vida, o malas obras que nos causarán tristeza y arrepentimiento? ¿Ha aumentado nuestra Creencia? ¿Hemos adquirido lo que nos beneficia en esta vida y en la Otra? ¿Hemos estado entre los justos o entre los malvados? ¿Qué has hecho por ti mismo, oh siervo de Allah, en este último año? ¿Y qué harás en el próximo? El Profeta ﷺ dijo: «Ningún siervo dará un paso el Día del Juicio hasta ser preguntado por cómo consumió los años de su vida, en qué empleó su conocimiento, cómo consiguió sus bienes, en qué los gastó y en qué desgastó su cuerpo». Prepárate para estas preguntas, la más importante de las cuales es: «¿Cómo gastaste tu vida?». Se te interrogará sobre cada segundo, minuto, hora, día, mes y año. Todo lo que hiciste está registrado, a tu favor o en tu contra. Mañana lo encontrarás en un libro que no omite nada, ni pequeño ni grande, todo vendrá registrado.

Se te preguntará sobre tu riqueza: ¿Dónde la adquiriste y cómo la gastaste? Y si la adquiriste… ¿Fue de forma lícita o ilícita? ¿Cumpliste con tus obligaciones de zakat, sadaqa, y de las diferentes formas de ihsan? ¿O aquello que adquiriste ilícitamente, lo gastaste también ilícitamente, te embebiste en ello y lo gastaste en cosas que desagradan a Allah, negándoselo a los necesitados y a los pobres? ¿Qué hiciste con la bendición de la salud de tu cuerpo? ¿Lo fortaleciste para la adoración o para las faltas? ¿Qué hiciste con tu conocimiento? ¿Lo enseñaste y compartiste, o lo usaste con arrogancia? ¿O lo ocultaste y lo acumulaste? Este es el primer diálogo que te espera después de la tumba, así que prepárate para ello aprovechando todas las oportunidades que se te brindan para complacer a Allah, observando tu nafs, pidiéndole cuentas y esforzándote para aceptar la verdad y rechazar la falsedad.

Reflexiona sobre lo que viene después de la muerte antes de que te llegue y te sorprenda mientras estás descuidado y distraído. Dice Allah, alabado sea: «Cuando llegue su plazo, no se les atrasará ni se les adelantará ni una sola hora». Por esta razón, el Profeta ﷺ nos advirtió contra el desperdicio de nuestras vidas, tiempo y años. Él dijo: «Aprovecha cinco cosas antes que lleguen las otras cinco: tu juventud antes que tu vejez, tu salud antes que tu enfermedad, tu riqueza antes que tu pobreza, tu tiempo libre antes que tus ocupaciones y tu vida antes que la muerte». A estas cinco, inevitablemente, le siguen las otras cinco. La juventud no dura; si su belleza te complace hoy, la vejez te desagradará mañana, borrando todo rastro de belleza. Aprovecha tu salud, a la que le siguen enfermedades y dolencias. Hoy estás sano, pero mañana puedes estar tumbado en una cama. La salud es una sombra fugaz que no dura. Usa tu riqueza antes de que pueda ser pobreza. ¿Cuántos ricos se han arruinado y nunca han hecho ningún bien con su dinero?

Aprovecha la vida en la obediencia a Allah y en tener un buen carácter antes de que la muerte te sorprenda, sin saber cómo ni cuándo. Allah, alabado sea, dice: «Nadie sabe lo que le deparará el mañana ni en qué tierra morirá, es cierto que Allah es Conocedor y está perfectamente Informado».

Allahumah, que este nuevo año transcurra lleno de bendiciones, prosperidad, bondad, paz y seguridad, y protege la vida de las personas en el este y en el oeste de la tierra.

Allahumah, haz que la vida aumente nuestra bondad y que la muerte nos alivie de todo mal. Aparta tu ira y tu enfado de nosotros, y permítenos morir como musulmanes, arrepentidos y obedientes a Ti, Ya Rabbal alamín.

Allahumah, protege a nuestra comunidad y a nuestro emir, y que juntos podamos afrontar este nuevo año entregando generosamente parte de nuestra energía, recursos y tiempo en fortalecer la base para el establecimiento completo del Din en estas tierras.

Allahumah, haz que descienda el sosiego sobre los pechos de los oprimidos del mundo y que crezca en su interior la certeza en tu Justicia y en la sabiduría de tu Decreto. Amin.