El hombre está entre una esperanza lejana y un término cercano

Alhamdulillah, Quien expandió los corazones de sus siervos y les advirtió acerca de los susurros del Shaitan y abrió las puertas del Jardín para los que se arrepienten y le temen. Sin embargo, para los que no creen y son desobedientes, su morada es el infierno.

Tened taqwa de Allah, siervos Suyos, y rendíos cuentas antes de que se os pidan y no os dejéis llevar por las trampas del Shaitan, y sabed que el hombre en este mundo vive entre una esperanza lejana y un término próximo. Dijo el Profeta ﷺ: «Permanece en este mundo como si fueras un extraño o un viajero». Ibn Abbas solía decir: «Si llegas a la tarde, no esperes a la mañana, y si amaneces, no esperes a la tarde. Y toma de tu salud para tu enfermedad y de tu vida para tu muerte». Quien reflexione sobre este hadiz llegará a la conclusión de que es un invitado y su estancia es temporal en esta vida. El Profeta ﷺ describió la duración de esta vida en un hadiz. Se narró que una vez el Profeta ﷺ durmió sobre una estera y al levantarse se le quedaron marcadas las huellas en su costado. Y le dijimos: «¡Oh, Mensajero de Allah! Si te preparásemos un lecho, dormirías mejor».

Dijo: «¡Yo no soy en esta vida más que un viajero que se detiene a descansar bajo un árbol aprovechando su sombra y después se va, dejándolo!».

Musulmanes, la falsa esperanza es una de las herramientas que usa el Shaitan contra el hombre, desde nuestro padre Adam hasta sus últimos hijos. La falsa esperanza fue la causa por la que Adam fue expulsado del Jardín. El Shaitan le susurró y dijo: «Adam, ¿quieres que te diga cuál es el árbol de la inmortalidad y un dominio que no se acaba?». Un dominio que no tiene fin es la falsa esperanza, lo que codició Adam, estando en el Paraíso. Allah le había hecho lícito todo lo que había en él excepto aquel árbol, pero comió por codicia y el resultado es el que conocéis. Dijo Allah, alabado sea: «Descended ambos de él, seréis mutuos enemigos». Este es el resultado de la codicia, y el amor por Dunia y la eternidad, el hombre por naturaleza ama el mundo y sus adornos. Dice Allah en el Corán: «Y amáis la riqueza en exceso».

Siervos de Allah, la falsa esperanza tiene como consecuencia la dureza del corazón, la rigidez y la tacañería. ¡Musulmanes! Esta es una enfermedad grave, mortal, nada sirve para curarla sino el arrepentimiento, volverse hacia Allah, rendirse cuentas a uno mismo y rendir al nafs. La esencia del tasawuf es adoctrinar al nafs con lo que detesta. Sobre el sufismo, se ha dicho que es como caminar sobre brasas sin gemir. Los corazones se endurecen por el amor al mundo, la falsa esperanza, el amor al liderazgo y la arrogancia. El Shaitan se desespera, aunque solamente haya un único siervo que desprecie al mundo. Asimismo, tampoco consigue entrar en un corazón desprovisto de amor por el Dunia. Allah, Alabado sea dice: «Es cierto que no tienes autoridad sobre Mis siervos».

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Creyentes, ¿y cuál es la manera, entonces, de protegerse de la falsa esperanza?

Primero, el recuerdo de Allah, Todopoderoso, en secreto y en público, en todo momento. El Profeta ﷺ dijo: «El corazón se oxida como se oxida el hierro, y su desoxidante es el recuerdo de Allah». Dice Allah, alabado sea: «¿No es acaso con el recuerdo de Allah con lo que se tranquilizan los corazones?». Después, recodar la muerte y preparase para el día de la partida. Olvidar la muerte, la tumba, el Sirat y la rendición de cuentas, es alejarse del din y de la verdad. Al-Hassan Al-Basri se dirigió a los ancianos amonestándoles y dijo: «Oh ancianos, ¿qué viene después de la madurez de los frutos?». Dijeron: «Cosechar». Y se dirigió a los jóvenes y les dijo: «Jóvenes, lo sembrado puede que no llegue a su madurez por una plaga». Esto es un ejemplo de que el creyente no debe dejarse engañar por su juventud, su fuerza, su dinero o su trabajo. Allah, alabado sea, dijo: «[…]cuyo tiempo fue largo, y sus corazones se endurecieron, estando muchos de ellos descarriados».

¿¡Cuántos corazones se enfermaron por la falsa esperanza manchando a su dueño en el lodo de los pecados y de las transgresiones, contaminando su dignidad y calumniando con polvo su castidad!? La falsa esperanza no se corresponde con abandonar el mundo y olvidarse de la provisión y el trabajo, lo que se quiere decir es hay que encontrar el término medio y ser moderado. El Todopoderoso dijo: «Busca en lo que Allah te ha dado la morada de la Última Vida sin olvidar tu parte en esta, y haz el bien igual que Allah lo hace contigo». La riqueza, si es obtenida de manera licita y con esfuerzo, es una bendición. De lo contrario, es una maldición. La falsa esperanza es que el mundo te distraiga del más allá y codicies lo que está en manos de otras personas. No mires lo que tienen los demás. El tasawuf es optar por los hechos (haqá’iq) y no tener esperanza de lo que está en manos de las criaturas (jalá’iq).

Allahummah, haz que tu Halal sea suficiente para nosotros, protégenos de lo haram protégenos con tu obediencia de tu desobediencia y con tu favor del favor de los demás y purifica nuestros corazones de la codicia, de la avaricia y de la tacañería. Amin.