La generosidad en ramadán

Musulmanes:
Hemos entrado en la segunda mitad del mes de Ramadán. Damos las gracias a Allah. Nos encontramos en el tercio central del mes.
Su primer tercio es Misericordia, el segundo Perdón y el tercero liberación del Fuego.
En este mes se multiplica la recompensa de las buenas obras. En él Allah borra las malas acciones y perdona los errores y faltas. Es el mes del siyam y el qiyam (el ayuno y el hacer oración por la noche).
Una de las acciones que guardan relación con el mérito de este mes y con sus actividades más comunes (el siyam y el qiyam) es el gastar, el donar, el dar sádaqah, el regalar, la generosidad, desprendimiento y la magnanimidad.
Y otra de las prácticas que guardan relación con el mérito de este mes y con sus actividades más comunes (el siyam y el qiyam) es la recitación del Corán, el estudio del Corán, la reflexión en sus ayas, el recapacitar en sus significados, el recitarlo por el día y por la noche…
Estos dos puntos son extremadamente importantes y debemos tenerlos muy en cuenta, especialmente ahora, que nos encontramos en viernes y en el ecuador del mes de Ramadán, el mes que Allah ha favorecido por encima del resto de meses.
Vamos a centrarnos hoy en el primero de los dos puntos: el gastar. Y en otra ocasión, inshaAllah, hablaremos del Corán, sus innumerables beneficios y su relación con el ayuno (ambos intercederán).
Hay gente que piensa que la ‘ibadah no va más allá del marco del salat, el ayuno, el zakat y el Hajj. Y este entendimiento se queda muy corto y no llega, ni de lejos, a abarcar el significado global, completo e íntegro de la ‘ibadah. La ‘ibadah es mucho más; es todo lo lícito que se haga con la intención de complacer a Allah.
Siervos de Allah,
la ‘ibadah tiene una infinidad de vías por las cuales se puede llegar al fin. Y éstas no están restringidas a los actos prescritos que he mencionado anteriormente. Puede ser cualquier obra que complazca a Allah, ya sean palabras o acciones, internas o externas. Todo lo que lleve a cabo el musulmán con una intención pura y buena, que conlleve beneficio para el individuo o el colectivo, es una ‘ibadah por la que te acercas a Allah.
Tiene incontables modalidades y formatos: Como el gastar en el camino de Allah, dar de comer a un necesitado, todo lo que sea aliviar la pena de un afligido, curar las heridas de un herido, evitar a alguien una injusticia, pagar la deuda de un endeudado, dar conocimiento al ignorante, guiar al que está extraviado, proteger de un mal a cualquier criatura… y vas más allá incluso: tus costumbres (‘adát) que has de hacer por necesidad pueden contar como ‘ibadah. Comer, dormir, tener relaciones con tu esposa (como mencionó SAWS), trabajar… y si alcanzas ese nivel, entonces estás cumpliendo la adoración completa, a la que Allah hace alusión cuando dice: wa má jalaqtu-l-jinna…
El mérito de la sadaqah en este mes es inmenso. Mediante la sadaqah en Ramadán estás uniendo dos tipos de ibadah, una que está vinculada al físico y otra a la riqueza.
El mes de Ramadán es una oportunidad para quien quiera sacudirse el polvillo del apego a lo material y quiera impregnarse de generosidad. Pero la generosidad requiere un entrenamiento, un ejercicio. Y no es otro que la práctica del gastar.
Una de las condiciones de la sádaqah aceptada es que sea de tu riqueza propia, que has ganado de manera lícita.
Dice Allah: “Oh vosotros que creéis, gastad de lo bueno que habéis adquirido…
En segundo lugar, que lo des con ijlás, con sinceridad, no por el qué dirán, que sea buscando la Faz de Allah. Que sea de lo que es preciado para ti. Dice Allah: “No alcanzareis la virtud hasta que gastéis de lo que amáis”.
Que sea en total discreción, si es posible. Uno de los siete tipos de personas a los que Allah dará sombra es aquél que da sádaqah, ocultándola, de manera que su mano izquierda no sabe lo que ha dado su derecha.
También empezar por los más cercanos. El Profeta dijo: “No hay sádaqah válida mientras el pariente esté necesitado”.
Darla cuando uno está sano y fuerte.
Abu Hurairah narró que un hombre fue a ver al Profeta y le dijo: “Oh Mensajero de Allah, ¿qué sadaqah tiene mayor recompensa?” Dijo: “La que das cuando estás sano y avaricioso, cuando temes la pobreza y tienes ambición en la riqueza. No la retrases, hasta que el ruh llegue a la garganta y digas entonces: esto para fulano y esto para mengano. Y ya iba a ser para ellos (de todas maneras)”. (Bujari y Muslim)
El que da, debe guardarse algo, para no dañarse a sí mismo. Dice Allah: “Y aquéllos que cuando gastan ni derrochan ni son avaros, sino un término medio entre ambas cosas”. Y dice en el surat al Isrá: “Y no tengas el puño cerrado, asfixiándote, ni lo abras del todo, pues te quedarías reprobado y desnudo”.

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Ramadán es el mes en el que compite por las buenas acciones.
Al musulmán se le recomienda y se le llama a que dé sadaqa y ayude a los demás, tanto en Ramadán como fuera de él. Lo que ocurre en este mes, como hemos dicho, es que las recompensas se multiplican. Es una de las mejores acciones, porque el bien del siervo se extiende a otros. El generoso está cerca de Allah y de sus criaturas. Cerca del Jardín. El siervo al que Allah libra de la avaricia y la tacañería puede, por ello, ser de la gente del éxito y el triunfo.
Dice Allah: “El que está libre de su propia avaricia…Esos son los que tendrán éxito”.

Musulmanes, la recompensa de la sádaqah es incalculable. La sádaqah previene de las pruebas, evita el mal, las enfermedades, y protege de desgracias antes de que ocurran y las puede hacer terminar, una vez que yahan ocurrido. dijo SAWS: “Medicad/tratad a vuestros enfermos con la sádaqah”. Y dijo también: “Por medio de la sádaqah Allah elimina 70 causas de una mala muerte”.

DAD DE COMER. Especialmente a los que están ayunando.

El mes de Ramadán es el mes del esfuerzo y de la acción; no es el mes de la pereza, la dejadez y la derrota, es el mes de las victorias y la fuerza, el mes del Qiyam al Lail y del i’tikaf, el mes del gasto y de la paciencia, el mes de vencer al nafs, a los apetitos y al Shaytán, el mes de la misericordia, el perdón y la liberación del Fuego. En el mes de Ramadán tuvo lugar la batalla de Badr, una batalla con la que Allah separó la verdad de la falsedad, la batalla con la que Allah separó el Islam del Kufr. Fue el día 17 del segundo año de la Hijrah.

Pedid perdón a Allah en este tercio del perdón. Esperad con anhelo la llegada del tercer y último tercio y la Noche del Decreto / Poder (lailat al qadr).

Oh Allah perdónanos.
Haznos dar con Lailat Al Qadr
Responde en ella nuestros duas
Haznos ser de los generosos y los que no tienen apego a los bienes de Dunia.
De los que no tienen miedo a la provisión y confían en viene de Ti solo.
Danos una riqueza amplia y halal para poder ser de los que dan con abundancia.
Acepta nuestro ayuno, nuestro salat por la noche y nuestra sádaqah.
Bendice y protege a los musulmanes de esta ciudad, a nuestras mujeres e hijos y a todos los musulmanes.

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