Bismillahi Rahmani Rahim
An Nu ‘mán Ibn Bashir narró que el Profeta, SAWS, dijo: «Ves a los creyentes en su compasión, afecto y amabilidad mutuos como un solo cuerpo, si una parte se queja (está aquejada de algo) el resto del cuerpo acude a la par con desvelo y fiebre». Nuestro profeta, SAWS, nos invita a unirnos en todos los aspectos, además de estar siempre juntos, a amarnos, ayudarnos mutuamente para hacer el bien y, por otro lado, a rechazar la discordia, el odio y el racismo.
Él, SAWS, nos presenta una comparación precisa, ya que comparó la creencia con el cuerpo y a los creyentes con los órganos: si un órgano del cuerpo se enferma el resto del cuerpo reacciona, asimismo, el iman solo es válido cuando hay amor, ayuda mutua y simpatía entre los creyentes. Todo musulmán debe esforzarse por purificar su corazón en lo que respecta a sus hermanos musulmanes. De modo que se alegra por su bien, se entristece por lo que les daña o les duele y los acompaña en sus desgracias, así que ayuda a los necesitados, apoya a los oprimidos, aporta lo que puede a los desfavorecidos y coopera con ellos para hacer el bien. Dijo Allah, alabado sea: «Y aferraos todos juntos a la cuerda de Allah y no os separéis».
El creyente es débil solo pero fuerte con sus hermanos. Y Allah ha preferido a unos sobre otros para que se mantengan entre ellos. Dice Allah en el Corán: «Nosotros repartimos entre ellos sus medios de vida en este mundo y hemos elevado en grados a unos sobre otros, para que unos tomaran a su servicio a otros. Pero la misericordia de tu Señor es mejor que lo que reúnen».
Uno de los justos dijo: “la hermandad en Allah es similar a una mano y un ojo, si el ojo llora, la mano seca sus lágrimas, y si la mano se duele, el ojo llora por ella”. Sé entonces la mano que seca las lágrimas y no llores en todo momento, como dice el Profeta, SAWS, en el hadiz: «El creyente fuerte es mejor y más amado por Allah que el creyente débil, y en ambos hay bien».
Nuestro Profeta, SAWS, destacó lo que hace crecer el iman, empezando por el amor y que este sea mutuo, que este amor ocupe tu corazón y que estés siempre atento a las necesidades de tus hermanos, que no tengas odio a la gente y que tu corazón no guarde nada malo hacia los demás; es decir un corazón puro, ya que el corazón enfermo no siente amor ni se preocupa por los demás. En el tasawwuf “At-tajlilla” (abandono) se refiere a la purificación del murid de todas las malas conductas y costumbres que anulan el sufismo. Dijo, SAWS: el corazón se oxida como el hierro lo hace y el dhikr lo limpia.
La segunda regla para la buena hermandad es la misericordia. Que uno tenga misericordia de su hermano, que perdone sus faltas, que oculte sus defectos, lo auxilie, le corrija si es corrupto y ame para él lo que ama para sí mismo, tal como se menciona en el hadiz, y que lo encuentre a su lado en los momentos difíciles, lo asegure si tiene miedo y le fortalezca en su debilidad.
Siervos de Allah, tomad este hadiz para medir vuestro grado de iman y mirad si tenéis alguna de las características mencionadas. Cada uno debe esforzarse para mantener los lazos de hermandad y ser un miembro activo en la sociedad y no depender de nadie, y sabed, que Allah tenga misericordia de vosotros, que el Islam exige la solidaridad y la cooperación, llama a la unión e insta al buen trato, de igual modo que incita a la adoración. Entender el Islam de manera superficial es una gran equivocación y mala interpretación de la esencia de la Shari’a. ¿Acaso no relató Anas bin Malik, que Allah esté complacido con él, de nuestro Profeta, SAWS: «No cree en mí, quien se sacia mientras su vecino a su lado tiene hambre y él lo sabe», y en otro hadiz: «El musulmán es aquel de quien los musulmanes están a salvo de su lengua y de su mano»?
Oh Allah, haz que amemos el iman, y adórnalo en nuestros corazones, y que odiemos la incredulidad, la tacañería y la mala moral, y guíanos. AMIN
Él, SAWS, nos presenta una comparación precisa, ya que comparó la creencia con el cuerpo y a los creyentes con los órganos: si un órgano del cuerpo se enferma el resto del cuerpo reacciona, asimismo, el iman solo es válido cuando hay amor, ayuda mutua y simpatía entre los creyentes. Todo musulmán debe esforzarse por purificar su corazón en lo que respecta a sus hermanos musulmanes. De modo que se alegra por su bien, se entristece por lo que les daña o les duele y los acompaña en sus desgracias, así que ayuda a los necesitados, apoya a los oprimidos, aporta lo que puede a los desfavorecidos y coopera con ellos para hacer el bien. Dijo Allah, alabado sea: «Y aferraos todos juntos a la cuerda de Allah y no os separéis».
El creyente es débil solo pero fuerte con sus hermanos. Y Allah ha preferido a unos sobre otros para que se mantengan entre ellos. Dice Allah en el Corán: «Nosotros repartimos entre ellos sus medios de vida en este mundo y hemos elevado en grados a unos sobre otros, para que unos tomaran a su servicio a otros. Pero la misericordia de tu Señor es mejor que lo que reúnen».
Uno de los justos dijo: “la hermandad en Allah es similar a una mano y un ojo, si el ojo llora, la mano seca sus lágrimas, y si la mano se duele, el ojo llora por ella”. Sé entonces la mano que seca las lágrimas y no llores en todo momento, como dice el Profeta, SAWS, en el hadiz: «El creyente fuerte es mejor y más amado por Allah que el creyente débil, y en ambos hay bien».
Nuestro Profeta, SAWS, destacó lo que hace crecer el iman, empezando por el amor y que este sea mutuo, que este amor ocupe tu corazón y que estés siempre atento a las necesidades de tus hermanos, que no tengas odio a la gente y que tu corazón no guarde nada malo hacia los demás; es decir un corazón puro, ya que el corazón enfermo no siente amor ni se preocupa por los demás. En el tasawwuf “At-tajlilla” (abandono) se refiere a la purificación del murid de todas las malas conductas y costumbres que anulan el sufismo. Dijo, SAWS: el corazón se oxida como el hierro lo hace y el dhikr lo limpia.
La segunda regla para la buena hermandad es la misericordia. Que uno tenga misericordia de su hermano, que perdone sus faltas, que oculte sus defectos, lo auxilie, le corrija si es corrupto y ame para él lo que ama para sí mismo, tal como se menciona en el hadiz, y que lo encuentre a su lado en los momentos difíciles, lo asegure si tiene miedo y le fortalezca en su debilidad.
Siervos de Allah, tomad este hadiz para medir vuestro grado de iman y mirad si tenéis alguna de las características mencionadas. Cada uno debe esforzarse para mantener los lazos de hermandad y ser un miembro activo en la sociedad y no depender de nadie, y sabed, que Allah tenga misericordia de vosotros, que el Islam exige la solidaridad y la cooperación, llama a la unión e insta al buen trato, de igual modo que incita a la adoración. Entender el Islam de manera superficial es una gran equivocación y mala interpretación de la esencia de la Shari’a. ¿Acaso no relató Anas bin Malik, que Allah esté complacido con él, de nuestro Profeta, SAWS: «No cree en mí, quien se sacia mientras su vecino a su lado tiene hambre y él lo sabe», y en otro hadiz: «El musulmán es aquel de quien los musulmanes están a salvo de su lengua y de su mano»?
Oh Allah, haz que amemos el iman, y adórnalo en nuestros corazones, y que odiemos la incredulidad, la tacañería y la mala moral, y guíanos. AMIN