La generosidad

Musulmanes, nuestro Din de Islam está compuesto por el Iman, la ‘aquida, aquello que creemos y de lo que tenemos certeza en nuestro corazón, las acciones externas que debemos llevar a cabo, y una serie de atributos o cualidades de carácter que nos hacen más cercanos a Allah y que tienen un efecto tanto social como para la otra vida de suma importancia. Tanto es así que el Mensajero de Allah, a que Allah bendiga y conceda paz, dijo:

“Únicamente he sido enviado para perfeccionar las buenas cualidades de carácter”.

Estas buenas cualidades de carácter son intrínsecas del Din y todos los musulmanes deben asumirlas al nivel que nos sea posible, y estar en un continuo proceso de mejora al esforzarnos por incorporarlas hasta que lleguen a ser parte de nuestro carácter.

El Profeta dijo:

“Un hombre puede alcanzar por su buen carácter el grado de alguien que constantemente ayuna y reza por la noche.”

Una de las más importantes y resaltadas de estas cualidades es la generosidad. Mediante esta sola cualidad el musulmán es elevado ante Allah y ante la gente. El Mensajero de Allah dijo:

“Allah es generoso y ama la generosidad, Benevolente y ama la benevolencia.”

La generosidad ante Allah es de tal rango que puede superar el conocimiento, como dijo el Profeta en un Hadiz:

 “Un ignorante generoso es más amado por Allah que un ‘alim mezquino.”

La generosidad es uno de los pilares del buen carácter y su esencia es dar. Dar principalmente de lo material que uno posee en cualquier forma. Pero la generosidad abarca dar de la energía y tiempo de una persona, ofrecer buen trato, ayuda, asistencia, apoyo, afabilidad y cortesía, y cualquier otra forma de comportamiento loable en el Din. Y todas estas acciones tienen recompensa. Como dijo nuestro amado Profeta:

“No despreciéis nada de lo reconocido (las buenas acciones), ni tan siquiera recibir a tu hermano con buena cara.”

Sin embargo, como hemos dicho, el significado principal es el de dar de lo material. Y sobre esto encontramos numerosas aleyas en el Corán alentándonos a gastar en el camino de Allah. Dice Allah, subhanahu wa ta’ala:

 “Oh vosotros que creéis, gastad de las buenas cosas que habéis obtenido”.

Y dice también:

“Lo que gastan sus bienes en el camino de Allah se parecen a un grano que produce siete espigas y cada una de las espigas lleva cien granos. Así multiplica Allah a quien El quiere”.

Por supuesto, encontramos la mayor expresión de generosidad en nuestro amado Profeta, al que Allah bendiga y de paz, cuya magnanimidad era abrumadora. Tal era su bondad y su confianza en Allah que nadie que viniera a pedirle algo se iba con las manos vacías, incluso llegando a endeudarse cuando alguien vino a pedirle en un momento en el que no tenía nada.

También conocemos la famosa historia del hombre que continuó pidiendo al Mensajero de Allah hasta que este le dio un rebaño que llenaba un valle. El hombre volvió a su gente diciendo: “Mi gente, entrad en el Islam, pues Muhammad da como alguien que no teme la pobreza.”

La generosidad está ligada a la confianza en Allah y la buena opinión de Él. Los Sahaba, ridwanullahi ‘alaihim, más cercanos al Profeta son también un ejemplo en este respecto. Una vez fue ‘Umar, que Allah esté complacido con él al Mensajero de Allah y le entregó una cantidad de dinero. Cuando el Profeta le preguntó cuanto había dejado para su familia, respondió: la mitad de mi riqueza. Y luego llegó Abu Bakr y le entregó una suma de dinero y cuando el Mensajero le hizo la misma pregunta respondió: les he dejado a Allah y Su Mensajero. Es decir, entregó toda su riqueza sin dudar un instante que Allah le seguiría dando provisión y cubriendo sus necesidades y las de su familia.

Asimismo, Uzmán equipó un tercio del ejército para la Batalla de la Fosa, ante lo cual el Mensajero dijo: “Nada que haga Uzman después de este día le podrá dañar”.

La generosidad también conlleva la certeza de que Allah te va a recompensar en esta vida y en la próxima y va a multiplicar esta recompensa de acuerdo con Su generosidad, pues eso ha prometido.

Dice Allah:

“Y hacedle a Allah un generoso préstamo. El bien que adelantéis en vuestro favor lo encontraréis junto a Allah. Eso es mejor y posee más recompensa”.

‘Aisha, que Allah esté complacido con ella, narró que una vez sacrificaron un cordero y distribuyeron su carne entre los pobres. Cuando el Profeta le preguntó: ¿cuánto ha quedado? Dijo: ha quedado un hombro / una paletilla. Dijo el Profeta: “ha quedado todo, excepto la paletilla.” Es decir, lo que ha quedado de verdad, lo que realmente nos va a beneficiar, pues queda en nuestras cuentas con Allah y podemos esperar la recompensa junto a Allah, es el resto del cordero, lo que se ha dado como sadaqah.

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Musulmanes, es verdad que esta sociedad en la que nos encontramos es adversa a la generosidad, se opone a ella e impide que brote en nosotros. Es una sociedad materialista en la que se favorece la rapacidad y voracidad así como la adquisición y acumulación. Es por esto que cabe resaltar la relevancia de la generosidad en el islam, puesto que somos los únicos, salvando alguna excepción, que representan esta cualidad que trasciende los parámetros establecidos por el ser humano basados en la negación de lo divino y la exaltación del raciocinio. Poseemos esta enseñanza divina y profética y la debemos poner en práctica tanto para nuestro bien propio como el bien de los que nos rodean.

La generosidad es una actitud sincera y que se aplica únicamente buscando el favor y la complacencia de Allah.

Uno de los efectos y beneficios que conlleva esta buena cualidad es que estrecha los lazos entre nosotros, reforzando nuestros vínculos y fortaleciendo la hermandad, pues inevitablemente aumenta el amor entre nosotros, lo cual es un elemento imprescindible. Dijo el Mensajero de Allah:

“El generoso está cerca de Allah, cerca del Jardín, cerca de la gente, lejos del Fuego.”

Y dijo también:

“Haceros regalos y os amareis.”

Y en otro Hadiz:

“La generosidad lleva a un hombre a ser amado por sus enemigos, mientras que la mezquindad le lleva a ser odiado por sus propios hijos.”

Es por lo tanto un instrumento para fortalecer nuestro propio tejido social. Y una de las mejores maneras de hacer esto es dando de comer. Dice Allah:

“Y daban de comer, a pesar de su apego a ello, al pobre, al huérfano y al cautivo. No os alimentamos sino por la faz de Allah, no buscamos en vosotros recompensa ni agradecimiento.”

Y dijo el Profeta, que Allah le bendiga y conceda paz, cuando entró a Medina, a la congregación que le recibió:

 “Oh gente, difundid el saludo, dad de comer, mantened los vínculos de sangre y rezad por la noche cuando la gente duerme, y entraréis en el Jardín en paz.”

Oh Allah, Te pedimos que nos hagas gente generosa que da con sinceridad buscando Tu complacencia. A Te pedimos Allah que mediante esta cualidad refuerces los lazos entre nosotros.