La gratitud

Dice Allah: “Allah os hizo salir del vientre de vuestras madres y no sabíais nada. Y os dio el oído, la vista y un corazón para que pudierais agradecer”. (Nahl, 16:78)

Y dice también, exaltado sea:

“Allah es el que ha creado los cielos y la tierra y hace caer agua del cielo con la que hace que salgan frutos que os sirven de provisión. Y os ha subordinado la nave que navega en el mar gracias a Su mandato, y los ríos. Y os ha subordinado al sol y a la luna, incesantes; y a la noche y al día. Y os dado de todo lo que habéis pedido. Si tratáis de contar las bendiciones de Allah, no podréis enumerarlas; es cierto que el hombre es injusto, ingrato”. (Ibrahim, 14:34-36)

Musulmanes, Allah es un Señor generoso. Él nos da la existencia, la vida y nos sustenta independientemente de si le reconocemos como nuestro Señor o no. Él nos ha hecho Sus julafaa (representantes) en la tierra y ha colocado el resto de la creación a nuestro, incluso el sol y la luna, y la noche y el día. Y sin embargo, la mayoría de nosotros tomamos estas cosas y muchas otras bendiciones por sentado. Es fácil olvidarse y no mostrar gratitud, pudiendo llegar a ser indiferentes e ingratos. Allah dice:

“Verdaderamente tu Señor favorece a los hombres، sin embargo la mayor de ellos no agradece”. (Naml, 27:75)

Este es el estado de gran parte de la humanidad. Pero nosotros, los musulmanes, somos miembros de la umma del Profeta Muhammad y debemos comportarnos en consecuencia. Debemos emular al que Allah envió para que sea un modelo y una guía para nosotros, y para todos los demás Profetas y Mensajeros, y para que seamos esclavos agradecidos.

‘Aisha, que Allah esté complacido con ella, narró que el Mensajero de Allah solía permanecer en oración durante la noche durante tanto tiempo que sus pies se hinchaban, así que una noche ella le preguntó por qué lo hacia cuanto Allah le había perdonado todo lo que había hecho y todo lo que hiciera. Respondió: “¿Acaso no debo ser un siervo agradecido?”

Esta cualidad de shukr, esta capacidad de ser agradecido, es una de las características por las cuales Allah eleva y describe a Sus Profetas en el Corán, cuando se refiere a Nuh le llama un “esclavo agradecido” y cuando se refiere a Ibrahim le describe como“agradecido por sus bendiciones”. Sabían que todo lo que les venía, todo lo que les sucedía, era una bendición de Allah. Y sabían que era por la gracia y generosidad de Allah, no porque ellos se lo merecieran, y por eso estaban agradecidos.

El favor de Allah con nosotros es de tres tipos: bendiciones relacionadas con este mundo, como salud y riqueza, bendiciones relacionadas con nuestro Din tales como acción correcta, taqwa y conocimiento de Allah, y bendiciones relacionadas con el mundo venidero, como ser compensados por una pequeña cantidad de buenas acciones que hacemos con una recompensa inmensa y eterna.

Si reflexionamos, rápidamente estaremos abrumados por la cantidad de regalos que Allah nos ha dado, empezando por el hecho de estar aquí en el Yumu’a, como musulmanes. Allah ha puesto el iman en nuestros corazones y nos ha guiado al islam, el mejor regalo que cualquier persona puede desear.

Y si reflexionamos un poco más, nos daremos cuenta de que nuestra gratitud es en sí una bendición, y es algo por lo que también debemos estar agradecidos. Se narra que Daud dijo:

“Mi Señor, ¿cómo puedo ser agradecido contigo, cuando mi gratitud es en sí misma una bendición tuya por la que debo agradecerte?” Allah respondió: “Ahora, realmente me has agradecido, Daud”.

Realmente no hay manera de que podamos agradecerle adecuadamente por todos los innumerables regalos que nos ha otorgado. Pero, aun así, Allah nos ha dado los medios para expresarle nuestro agradecimiento: nos ha dado lenguas, nos ha dado corazones y nos ha dado miembros.

Shukr de la lengua se expresa de dos maneras: la primera es hablando de las bendiciones que Allah te ha dado. Allah dice:

“Y habla del favor que tu Señor te ha dado”. (Duha, 93:11) Y el Mensajero de Allah dijo: “Hablar de las bendiciones de Allah es shukr / agradecimiento”.

La segunda forma es por hamd, alabando a Allah. La fórmula básica para hacer esto es diciendo al-hamdulillah y es la forma en que Allah mismo nos enseñó a alabarle y agradecerle, abriendo Su Libro con esas Palabras. No hay mejor forma de expresar nuestro agradecimiento a Allah con la lengua, y simplemente al decirlo atraemos más bendiciones. El Profeta dijo:

“No hay ningún esclavo que diga alhamdulillah al recibir una bendición de Allah, sea grande o pequeña, excepto que Allah otorgará a ese esclavo otra bendición mejor que la que recibió.” Y Allah dice: “Si sois agradecidos, os daré aun más”. (Ibrahim, 14:9)

El agradecimiento garantiza, en la medida que Allah quiera, que permanezcan las bendiciones. Ibn ‘Ataillah al-Iskandari dice en su Hikam,

“Aquel que no es agradecido por las bendiciones abre la puerta para que se desvanezcan, mientras que el que está agradecido por ellas las fija para que no puedan escapar”.

El agradecimiento del corazón es reconociendo y teniendo la certeza de que cada bendición que recibimos proviene únicamente de Allah. Se narra que Musa le preguntó a Allah cómo Adam pudo agradecerle por las increíbles bendiciones que le otorgó, al crearlo con sus propias manos, soplar Su ruh dentro de él, haciendo que los ángeles se postraran ante él y enseñándole los nombres de todo. Allah respondió: “Él sabía que provenía de mí. Y ese reconocimiento era agradecimiento”.

Shukr de las extremidades es empleando los miembros para adorar a Allah. Es realizando acciones sin otra razón más que por la faz de Allah. Es obedecer a Allah, no porque tengamos que hacerlo, sino porque es una necesidad, como hacía el profeta en el hadiz que narramos anteriormente de ‘Aisha.

Musulmanes, cuando Allah os conceda algo bueno, como buena salud, riqueza, buena apariencia, talento, buena compañía, facilidad en los asuntos, comprensión, guía… aseguraos de ser agradecidos por ello y ser constantes. No debemos permitirnos darlos por hecho ni por un momento y sentir que es mérito propio. Pues es Allah el único que otorga y que quita.

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Musulmanes, hemos hablado de la gratitud debida a Allah por Sus innumerables bendiciones, pero no debemos olvidar la gratitud hacia la creación, hacia la gente que nos hace el bien, porque están ligadas la una a la otra. El hecho de que la fuente de cada bendición que recibamos es Allah no significa que pasemos por alto los medios por los cuales nos llega. El Profeta dijo: “Quien no es agradecido con la gente, no es agradecido a Allah”. En otras palabras, Allah no acepta el shukr del esclavo que no agradece los medios, así que debemos igualmente asegurarnos de ser agradecidos y mostrar esta gratitud a quien se la debemos. Y todos y cada uno de nosotros tenemos gente con quien tenemos enormes deudas de gratitud, empezando por nuestros padres, cuyos esfuerzos y cuidados son impagables. Tanto es así que Allah dice: “Sé agradecido conmigo y con tus padres”. (Luqman, 31:13)

Les siguen nuestros familiares que han contribuido a nuestro crecimiento y cuidado, nuestros maestros que se han esforzado en transmitirnos lo mejor, la gente que nos ha ofrecido consejo, que nos ha guiado, que nos ha ayudado en momentos de dificultad, que nos ha protegido, que se ha preocupado por nosotros en cualquier medida, que ha sido generosa con nosotros, que ha prestado un servicio a los musulmanes por Allah… Debemos ser conscientes de que somos el resultado de todos los medios que Allah ha ido poniendo en nuestro camino, de toda la gente que ha influido en nuestras vidas, directa e indirectamente y debemos agradecer a los que han contribuido con algo bueno. El Mensajero de Allah dijo: “El más agradecido con Allah es el que más agradece a la gente”.

Este agradecimiento se expresa mediante buenas acciones y buen trato para con ellos, elogiándoles, con buenas palabras y con dua por ellos. La reciprocidad en la medida de lo posible es elemental. Hablar bien de ellos, mencionando sus buenas acciones es parte del agradecimiento y reconocimiento. Esto además favorece que incremente el amor por la gente y estimula hacia las buenas acciones. Lo opuesto es también es verdad, por lo que debemos ser cautelosos de no caer en la ironía, el cinismo y las malas palabras, pues no tienen lugar en el islam. Por último, el dua es igualmente importante. El mensajero dijo: “Quien os haga un bien, compesadle, retribuidle. Y si no podéis, haced duas por esa persona hasta que consideréis que le habéis compensado”.

Pedimos a Allah que bendiga y recompense en la medida de Su generosidad a nuestros padres. Y bendiga y recompense a todos aquellos que nos han hecho el bien.