Ecología y comunidad

Conferencia pronunciada por Safia Fraga en el «XVII Encuentro Islam en Europa»

Las alabanzas a Allah que dio comienzo a los cielos y a la tierra e hizo que hubiera ángeles mensajeros, con alas dobles, triples y cuádruples. (Corán 35:1)

Él ha hecho para vosotros de la tierra un lecho y del cielo un techo, y hace caer agua del cielo y que gracias a ella broten frutos, que son para vosotros provisión. (Corán 2:22)

Sin lugar a dudas, desde tiempos muy antiguos han existido reflexiones, observaciones y actuaciones que se pueden considerar ecológicas, aunque por supuesto la palabra “ecología” era inexistente, pues el vocablo apenas fue acuñado a mediados del s XIX.

Esta palabra tan usada actualmente suele sugerir la idea de interacción y equilibrio en el medio ambiente. Lo que no suele conocerse es una fuente mucho más antigua, respetable y digna de seguir como es la últimarevelación: me refiero naturalmente al Corán. En el Corán Allah, swta, nos llama a dirigir nuestra mirada a Su creación, para que leamos Sus signos, para que apreciemos Su unicidad:

Hace que la noche penetre en el día y que el día penetre en la noche. Y ha sometido el sol y la luna a su dominio, cada uno de los cuales gira hasta un término fijado. Ese es Allah, vuestro Señor, a Él le pertenece la soberanía, mientras que los que invocáis, aparte de Él, no poseen ni la piel de un hueso de dátil. (Corán 35:13)

Su perfección:

El que creó siete cielos, uno sobre otro. No verás en la creación del Misericordioso ninguna imperfección. Vuelve la vista: ¿ves algún fallo? (Corán 67:3)

Su equilibrio:

En verdad Allah sujeta los cielos y la tierra para que no decaigan y si tuvieran algún declive nadie, más allá de Él, los podría sujetar. (Corán 35:41)

No procede que el sol alcance a la luna ni que la noche se adelante al día. Cada uno va en una órbita. (Corán 36:40)

Su acción constante: 

A Él le piden todos los que están en los cielos y en la tierra. Cada día, Él está en algún asunto. (Corán 55:29)

Pero leamos Sus signos en la Creación: si estamos en plena naturaleza, en un bosque, por ejemplo, puede ocurrir que no percibamos la armonía, es como si fuéramos una hormiga en una alfombra persa; esto es sólo falta de perspectiva. Miremos, por ejemplo, los pétalos de las flores:

Hay flores con 2 pétalos

con 3 pétalos

con 5 pétalos

con 8 pétalos

con 13 pétalos, etc.      

Nos fijamos en la secuencia, pues bien, es una sucesión con nombre, se llama “sucesión Fibonacci”, en honor a Leonardo de Pisa, matemático italiano del siglo XIII, que la documentó y la introdujo en Europa, aunque ya era conocida en la India. Es una sucesión infinita de números que se obtienen sumando los dos anteriores: empezando con el 0 y siguiendo el 1 el siguiente es 1. Ahora sumando a 1 su anterior obtenemos 2. Ahora a 2 le sumamos 1 y obtenemos 3, y así sucesivamente. Muchas flores tienen estos números de pétalos. Esta sucesión está íntimamente relacionada con el número phi φ, o número áureo, llamado así en honor a Fidias, el arquitecto del Partenón. Se le llama también la proporción divina. Es un número con infinitos decimales 1,6180…

 El número áureo aparece en muchos edificios antiguos. Aparece muchas veces en las proporciones de la pirámide de Keops y en las del Partenón. Está también en la fachada del Palacio de Comares, en la Alhambra. Fue descrito, estudiado y formulado por Euclides (300 a. d. C), en el rectángulo regular, que, si tiene la proporción adecuada, es un rectángulo áureo. A partir de éste podemos construir la espiral áurea. Todas estas figuras y proporciones con el número φ, junto con otros patrones geométricos, las encontramos en la naturaleza, en la forma de plantas y frutos: en la disposición y número de los pétalos de las flores, en la distribución de las hojas en el tallo, en la configuración de las flores en el girasol y de los frutos como las piñas de las coníferas; en la relación entre el grosor de las ramas principales y el tronco, o entre las ramas principales y las secundarias donde el grosor de una equivale a φ, en el caparazón de algunos moluscos, en las proporciones del cuerpohumano, en las longitudes de onda, en la relación matemática de las escalasmusicales, en las órbitas de los planetas o la forma de las galaxias…etc. En el cuerpo humano, tanto en su forma como en su proporción, pero además también en la disposición de los músculos, nervios, arterias y venas, en ladisposición molecular de su ADN están la misma proporción matemática, el mismo sistema geométrico con el numero áureo o proporción divina. Las moléculas que lo constituyen son las mismas que encontramos en la naturaleza, estamos hechos con los mismos materiales, en realidad podemos decir que somos cosmos. Precisamente por esto podemos apreciarlo. 

Este video ilustra muy bien el diseño perfecto de la creación y su aplicación en la arquitectura. Es del diseñador gráfico Cristóbal Vila. 

¿Qué otra reacción puedo tener ante estos hechos sino la certeza, admiración, gratitud y sometimiento por la confianza de que la armonía y un claro propósito divinos están dentro y fuera de mí, están en toda la creación? Es el mismo sometimiento, la misma certeza y confianza que podemos sentir las madres cuando cuidamos a los recién nacidos, absoluta y totalmente entregados y confiados: son la expresión misma de la certeza, la pureza y el sometimiento al Creador, la naturaleza original, que en árabe se llama fitra. Este conocimiento instantáneo, sin necesidad de razonar, está inscrito en todos los seres creados, tanto animados como inanimados, es largo de explicar, pero instantáneo saborear su certeza. Es la certeza de la unidad y perfección presentes en la creación. 

Con este optimismo debemos interpretar los actos de corrupción y destrucción que algunos llevan a cabo en el planeta, siempre teniendo en cuenta que todo en la Creación tiene un propósito divino, como hemos leído en estos signos, y sabiendo como sabemos el poder absoluto de Allah, no le demos realidad a aquello que no la tiene, solo Allah es real: ¿qué alcance pueden tener esta corrupción y destrucción? También en la naturaleza podemos encontrar respuesta a esta pregunta. Está en la creación constante. Todo sigue un magnífico programa de regeneración automática que no cesa, que restaura constantemente el equilibrio. En el accidente nuclear de Chernóbil tenemos un ejemplo:

En abril del 2009, la revista Sciencepublicó el estudio “Cómo las plantas sobrevivieron en Chernóbil”, en el que se explicaba que la radiación había tenido ciertos efectos en las plantas alrededor de la central que albergó el mayor accidente nuclear de la historia, ocurrido en abril de 1986, cuando un reactor estalló en la central. Un equipo científico descubrió cambios en las proteínas de las semillas de soja nacidas cerca de la localidad ucraniana que podrían explicar cómo las plantas sobreviven pese a la exposición a la radiación. Estos y otros cambios llevaron a los investigadores a pensar que “las plantas parecían estar protegiéndose a sí mismas de la radiación de baja intensidad de Chernóbil”, modificando la cantidad de ciertas proteínas y sustancias, aunque no podían determinar en un primer momento cómo se producían estos cambios y dejaban cualquier explicación a posteriores investigaciones.

En una entrevista a Jordi Pigem, el filósofo y escritor recuerda que tras cada una de las grandes extinciones que ha habido en la Tierra, la diversidad de la vida ha crecido exponencialmente, “como un árbol que rebrota con más fuerza tras haber sido podado, como un bosque que se regenera tras un incendio”. También dice: 

Como han comprendido todas las grandes tradiciones culturales, la existencia humana no se da en la Tierra por accidente. El ser humano forma parte integral de la biosfera. La biosfera es mucho más rica con la presencia humana.[1]

No le es posible al ser humano destruir la naturaleza original.

Y mantén tu rostro orientado hacia la Adoración debida, como hanif, el estado natural en el que Allah creó a los hombres. No se puede reemplazar la creación de Allah. (Corán 30:30)

Allah creó los cielos y la tierra con la verdad. (Corán 45:22)

También podemos leer muchas advertencias:

¿O es que piensan los que tienen en su haber malas acciones que los consideraremos como a los que creyeron y practicaron las acciones de bien, y que su vida y su muerte serán iguales? ¡Malo es lo que juzgan! (Corán 45:21)

Hemos visto que la naturaleza, el cosmos, no están creados y completos, sino en constante movimiento y cambio e interactuando todos los seres entre sí y con su medio.

Hay muchas maneras de actuar, que varían según cuál sea el motor que las impulsa. También el Corán insiste en que actuemos con misericordia yamor, y estos no están presentes en todas las leyes humanas que nos gobiernan.

Ya conocemos todos cuál es el estado actual de circunstancias que nos rodean. Sin embargo, estas accionessociales, políticas o sanitarias que van en contra de nuestra naturaleza, de nuestro fitra, son parciales, están divididas por su propia forma estructurada. No solo no pueden competir con la perfección y regeneración de la naturaleza, sino que no tienen la visión holística de la creación divina, no siguen eltawhid, es decir. la unicidad deAllah como motor creador.  Esto que parece muy teórico, no lo es, es un hecho que nos da todas las ventajas. El ser humano tiene la capacidad, como las plantas, de regenerarse, superar y esquivar los ataques contra su salud. Estamos equipados biológicamente para restaurar el equilibrio que alteran las enfermedades. Nuestro sistema inmunológico detecta y rechaza cualquier intromisión y, en el caso de que esta intromisión tenga éxito se puede revertir; incluso cuando se trata de dolencias o predisposiciones genéticas se puede restaurar el equilibrio, con el permiso de Allah.

Esto, el permiso de Allah es importante, pues equivale a tener en cuenta que tanto la salud como la enfermedad forman parte de la acción de Allah; no caigamos en el dualismo de pensar que solo la salud es buena y la enfermedad mala, no olvidemos la unicidad. Las enfermedades pueden ser un estado, el único que nos permita comprender un signo, algo que debamos comprender.

 El cuerpo humano tiene la capacidad de generar nuevas células sanas, es una de sus funciones habituales. Todo lo que tenemos que hacer es poner la intención en generar la salud. Lo hacemos mediante el dikra de Allah, el recuerdo de Allah, de forma consciente y presente. Es lo que se llama hoy en día “pensamiento positivo”. Se pone en acción cada vez que expresamos sinceramente gracias, alabanzas a Allah o invocamos su nombre, su grandeza y su poder. También actúa cuando cantamos alabanzas, pues la música es un vehículo poderoso para entrar en consonancia con la música de la creación; todo en el cosmos es vibración. Este poder nos permite cambiar, generar nuevas células especializadas de los tejidos o de nuestro ADN. Hay muchos investigadores que nos confirman esto: Masaru Emoto, autor y terapeuta japonés, Bruce H. Lipton, biólogo celular estadounidense y muchos otros. Debo incluir aquí a Ian Dallas (Shayj Dr AbdalQadir As Sufi) por sus indicaciones en su obra Edipo y Dioniso en la que describe la acción de anular conscientemente conflictos heredados de los antepasados. 

Con esta perspectiva de que tenemos la capacidad biológica de generar salud debemos elegir la medicinapara curar nuestras enfermedades o para mantener el equilibrio, la salud: debería ser una medicina que, en lo posible, esté en consonancia con todo nuestro ser y que respete esa tendencia que de por sí tiene el cuerpo de generar la salud.

Sabemos que los que nos atacan utilizan muchas armas: difunden constantemente mensajes de miedo, odio, falsedad y contradicción, dirigidos a nuestro consciente y a nuestro inconsciente. Pero los creyentes que seguimos los signos de Allah tenemos el escudo y los medios para limpiar y equilibrar. No les demos realidad, no les concedamos existencia. Solo Allah es real.

Pero no bajemos la guardia, utilicemos el intelecto: hay secuencias llamadas “silenciosas” en el genoma humano y que parecían no tener significado ni función alguna que en realidad sí la tienen (Sharp, 1993). Son como los silencios en el discurso hablado, funcionan como interruptores, son las instrucciones para utilizar y generar información. Este ADN tiene estructura lingüística, reacciona al lenguaje sin necesidad de codificarlo. Hasta la fecha el código genético humano y el lenguaje humano son los únicos sistemas de información con las mismas características (Veyrat, 1997, Jiménez, 2019). ¿A qué viene esto? Viene a que el lenguaje es un arma poderosa, tanto para hacer el bien como para hacer mal. Por eso debemos cuidarla, mantenerla limpia. Con ella también podemos sanar, proteger, transmitir, ser veraces, ser activos, producir armonía, belleza y paz.  Lo primero que han hecho los que nos atacan ha sido sustituir unas palabras por otras o directamente, cambiar definiciones consideradas oficiales, sujetas a convenios –“pandemia” tiene nueva definición desde el año 2009–[2] Y otro ejemplo es decir “género” por “sexo”.

Debemos pues cuidar ellenguaje y la transmisión a los niños, para que llamen a las cosas por su nombre y no tengan dudas de su propia identidad; y a los jóvenes, para que se reconozcan entre sí y sean fieles a su naturaleza. Solo con este cuidado y siendo conscientes del poder del lenguaje, que es un don que nos concedió Allah, estaremos protegidos para detectar falsedades y engaños, reaccionar positivamente y generar armonía, optimismo.

¡Hombres! Temed a vuestro Señor que os creó a partir de un solo ser, creando de él a su pareja y generando a partir de ambos muchos hombres y mujeres. (Corán 4:1)

 Cada criatura actúa con sus propias facultades, fuerzas y habilidades, con todo su ser. Nosotros no somos menos; nuestra naturaleza es activa y social. No podemos estar solos; nacemos, nos desarrollamos y morimos, aportando a los demás y a nuestro entorno, nuestras capacidades, todo nuestro ser. ¿Y cuál es éste? Precisamente, aquello que nos distingue de otros seres vivos, laconciencia, que nos permite elegir; y el intelecto, que nos permite conocer y deducir. Este hecho nos pone en situación de responsabilidadtanto social como ecológica, y también está mencionado en el Corán

Y cuando tu Señor dijo a los ángeles: voy a poner en la tierra a un representante Mío. (Corán 2:30)

El ser humano tiene una responsabilidad con respecto a la creación: es su guardián, su califa. Se trata de una amana, que es un privilegio y, al mismo tiempo, un deber que le obliga a salvaguardar y proteger la naturaleza, el cosmos, el medio que lo sostiene. Esto no lo pone en una situación de superioridad, de dominio, sino de servicio, esto es lo que nos sugiere la palabra “representante”. No estamos aquí para explotar y sacar provecho, sino para explorar y utilizar la naturaleza con respeto y justicia. No debemos pues perder nuestra conexión con Allah, sino saber que, entre todos los seres creados, que adoran a Allah sin cuestionar, de una forma perfecta, el ser humano es el que está más lejos, es el que más debe esforzarse en recordar. Demos gracias porque se nos concedió el salat, la oración ritual obligatoria para los musulmanes, que nos conecta con la Realidad y con los ciclosnaturales. La oración nos sitúa en el momento presente. 

Esta revelación, el Islam, también nos indica cómodebemos actuar con respecto a la naturaleza: evitando la extravagancia, el derroche, el capricho; buscando la armonía, el camino de en medio y teniendo compasión con las criaturas.

El Corán y los hadices están llenos de indicaciones ejemplares y conmovedoras acerca de los derechos de la tierra, las plantas y los animales, muchos de ellos legislados en la Sharia. 

El profeta Mohammed, la paz sea con él, instruyó acerca del trato debido alosanimales, prohibiendo hacerles daño, maldecirlos, utilizarlos como blanco, o atemorizarlos y torturarlos a la hora del sacrificio.

También instruyó acerca de no derrochar inútilmente el agua de la ablución.

Si la Hora se hace inminente, y alguno de ustedes tiene un plantón depalmera (para plantar) en la mano, y puede plantarlo antes de que la Hora llegue; entonces debe hacerlo y será recompensado por esa acción.

También hay normas para la guerra, que obligan a respetar las casas, los cultivos y el ganado.

Con el surgimiento del Islam se declararon zonas protegidas, llamadas “hima”, que eran reservas naturales permanentes o temporales en las que estaba prohibida la caza o la tala de árboles, con el fin de preservar la vida en ellas, para el bienestar y la supervivencia de las comunidades que las rodeaban. 

No hay criatura de la tierra ni ave que con sus alas vuele que no forme comunidades parecidas a las vuestras. (Corán 6:38)

Pondré un ejemplo de la naturaleza que ilustra este hecho de una forma muy bonita: se sabe hoy en día que los árboles también forman comunidades totalmente intercomunicadas en las que hay rangos, en virtud de la antigüedad, y que actúan -ya se habla de comportamiento vegetal- para ayudar a los ejemplares más jóvenes o en situación de precariedad de la misma especie, y lo hacen utilizando a otras especies. Con las raíces y la ayuda de una red de hongos transfieren nutrientes a quien los necesita. También tienen, algunas especies, el poder de defenderse de los mamíferos mediante señales gaseosas y sustancias que generan en la savia. Estos hechos son una fuente de sabiduría en la que beber. 

No es natural vivir en soledad. Todo lo que he mencionado antes (nuestro fitra, nuestra conciencia, nuestra responsabilidad) solo podemos llevarlo a caboen comunidad: nacemos, nos desarrollamos y morimos en ellas.

Hoy en día parece cada vez más acuciante la necesidad de las comunidades, dado el empeño en dividirnos y aislarnos. Existen comunidades nomusulmanas que ponen en práctica proyectos en los que invierten juntos: para comprar propiedades en las que vivir, para pagar el recibo de la luz, para producir alimentos ecológicos, para distribuirlos, etc. Todo esto está bien y puede incluso servir de modelo, pero para que tenga éxito una comunidad, salvando el tiempo y las distancias, es necesaria una dosis más potente de confianza, y unas coordenadas precisas que la guíen, y estas solo puede proporcionarlas el recuerdo de Allah, swta., y la conexión entre sí de todas las personas de esa comunidad. El mejor ejemplo nos lo proporciona la comunidad de Medina que se creó en torno al profeta Mohammed, la paz sea con él. Allah la puso a prueba con todas las situaciones posibles a las que puede enfrentarse una comunidad y a ella me remito para hablaros sobre la comunidad en la que me encuentro, nos encontramos muchos de los que estamos aquí.

Lo primero que se experimenta al entrar en ella es el propio ego que se rebela; más adelante percibimos los egos ajenos. Esto no impide que, si perseveramos, llevemos a cabo proyectos en común que resulten exitosos. Todas las acciones comunes que se realizan son para recordar al Creador y saborear y transmitir esa naturaleza original, esa fitra de que he hablado. Y esto nos pone automáticamente en una situación de confrontacióncon la sociedad en que vivimos, con el mundo y sus leyes. Ese enfrentamiento es el que nos da la fuerza, la vitalidad, el tesón, el entusiasmo y la entrega de mantenernos, de existir como grupo cohesionado. Siempre que se consigue esto este grupo actúa como un solo ser, es un navío con una meta fijada, que navega con el amparo de la misericordia de Allah. Ibn Jaldun-historiador, sociólogo, filósofo, estadista musulmán de ascendencia andalusí- describe esta cohesión, la llama assabiya, y la considera una cohesión social integrada en un ciclo histórico.

Pero volvamos a mi comunidad, pues es la experiencia la que me permite explicar esto. Lo que yo he vivido es que la comunidad no necesita vivir en un terreno común, no es un grupo de personas que viven juntas en el campo, aunque esto no la perjudicaría. Lo que la mantiene viva es la cohesión entre los individuos, y esto salva distancias en el espacio y en eltiempo, y le da la fuerza y la oportunidad de adquirir poder. Esta cohesión se manifiesta en el trato que nos regalamos unos a otros, con la mejor consideración hacia nuestros compañeros, con la valoraciónque hacemos unos de otros, apreciando con sinceridad en los demás lo mejor de cada cual, las distintas y variadas aptitudes y facultades que cada uno tiene; respetando el grado de compromiso que cada cual quiere ofrecer.  Por experiencia también sé que esto solo es posible con el mutuo recuerdo de Allah, que es el que une los corazones.

Pero pensando solo en el aquí y ahora es clara para todos nosotros, sea cual sea nuestra creencia, la necesidad de poder confiar en nuestros familiares, nuestros consejeros, amigos, médicos, profesores, proveedores, la lista es tan larga como queramos. Esto es una comunidad. ¡Alhamdulillah! hace tiempo me di cuenta de que es imposible vivir sin ella. Si he llegado hasta aquí ha sido gracias a Allah que la ha inspirado. En ella he podido tener, criar y educar a mis hijos con salud y con buenos valores, y quiero que esto continúe no solo para que no se muera, sino para que se desarrolle, se amplíe y siga su ciclo natural, que es empoderarse. ¿Cómo sino vamos a inspirar en nuestroshijos y allegados el amor, la gratitud, la misericordia, el afán de mejorarnos, sino es en comunidad? Sinceramente pienso que todos, sean de cualquier creencia, lo necesitan como el aire que respiran. 

Estemos donde estemos y quien quiera que sea, necesitamos una comunidad en la que podamos confiar plenamente y que nos permita conectar con nuestra naturaleza primigenia, que sea un modelo en la que podamos ver y saborear esa naturaleza original en sus múltiples formas. Solo así podremos continuar siendo humanos y conservar este camino de conocimiento.

Esta tarea no es fácil, es como la vida misma, requiere esfuerzo y voluntad. Hay que tirar por la borda muchas costumbres personales y lastre inservible. Como he dicho antes, una vez iniciada es puesta a prueba una y otra vez con toda clase de obstáculos y conflictos. Hay muchas lecciones que se aprenden por el camino y algunas situaciones incomprensibles cuyo resultado parece velado, reservado para el futuro. No nos dejemos vencer, pues siempre hayun resultado positivo, es más: a cada intento la recompensa y la certeza son mayores y alcanzan a más personas.

Me estoy refiriendo aquí a los proyectos comunitarios que viví personalmente, junto con algunos de los que estáis aquí. En aquel momento eran experimentos sociales de los que aprendimos mucho, pero no eran realmente necesarios como lo son ahora. Es decir: ahora todo nos empuja a buscar soluciones y todas ellas pasan por las comunidades. Esto no significa que tengamos todos que irnos a vivir al campo; no todos, pero sí algunos. Con esto me refiero a crear espacios en donde se tenga acceso e independencia con respecto a la comida y que sean accesibles a todos los demás que no vivan en ellos. Todo lo cual implica que las comunidades deben esforzarse en estar bien comunicadas, deben invertir en común, ya sea con valores, medios o esfuerzo. Esto no tardará en llegar, solo basta con que eliminen el dinero en efectivo como válido para hacer transacciones. ¿Estoy generando una alarmaurgente? No. Los que estamos aquí hemos sido entrenados durante años para detectar estas necesidades y buscar soluciones. Pues bien: hay que seguirentrenando y poniendo en práctica, haciendo tangibles estas soluciones. ¿Estoy provocando confrontaciones? Tampoco. Cada cual tiene su lugar y su tarea y los conoce.

 Las directrices ya las tenemos. De hecho, de momento, no hay más directrices nuevas. La más importante de todas, la que siempre debemos alimentar es el nexo invisible, espiritual, que une a la comunidad y la mantiene viva salvando el tiempo y las distancias, con el recuerdodel Creador:la assabiya, el imánque nos mantiene en conexión.

Es preciso crear espacios y situaciones en los que sea posible toda la diversidad de actitudes humanas y de acción para vivir de forma natural, sana, sostenible y en los cuales podamos protegernos y proteger nuestro entorno y transmitir libremente esta conciencia.  

De Allah somos y a Él hemos de volver. (Corán 2:156)

Bibliografía

Dallas, Ian (1994) Edipo y Dionisio. Kutubia, Granada.

El Noble Corán y su traducción comentada al español por Abdel Ghani Melara Navío. 2017, Ankara.

Ibn Jaldún Al-Hadrami, Abu Zayd Abdu r-Rahman bin Muhammad (2008 trad. español obra original 1377) Introducción a la Historia Universal (AlMuqaddima). Almuzara, Córdoba.

Jiménez Huertas, Carme (2019) Estamos hechos de lenguaje. Descubriendo cómo se manipula el discurso con el lenguaje de la posverdad para impedir el discernimiento. Una propuesta… hacia la libertad, la salud y la conciencia. Harmonia Mundi. Madrid.

Sharp, Philip (1993) “RNA Splycing, Introns and Biology”. XVI Ciclo de Conferencias Juan March sobre Biología/ Boletín Informativo nº270 Mayo1997 pp33-41. Instituto Juan March de Estudios e Investigaciones, Madrid. 

Veyrat Rigat, Montserrat, (1997) “Lingüística y genética”. Coords.: Beatriz Gallardo Paúls, Daniel Jorques Jiménez, María Amparo Alcina Caudet, Montserrat Veyrat Rigat y Enric Serra Alegre, Panorama de la investigació lingüística a l’Estat espanyol: actes del I congrés de lingüística general. Epistemologia del llenguatge. Història de la Lingüística. Joves investigadors), vol.4, págs. 36-44. Universitat de València.


[1] Francesc Brasero, 24/01/2016. Barcelona. La Vanguardia. “La naturaleza se impone sobre los efectos de las mayores tragedias”. https://www.lavanguardia.com/vida/20160124/301624643562/la-vida-se-abre-camino.html.

[2] Iñaki Gabilondo Gripe A negocio del miedo, OMS, falsa pandemia organizada. 13 de marzo de 2012. Disponible: https://www.youtube.com/watch?v=B1zmh4adcXs. Ver también: https://es.wikipedia.org/wiki/Pandemia