Alhamdulillah, Quien hizo que se sucedieran la noche y el día para quien quisiera recapacitar o agradecer. ¡Y Él es Quien puso en el cielo constelaciones, y puso una lámpara y una luna luminosa! Doy testimonio de que no hay más dios que Allah, Único, sin parecido y que nuestro maestro Muhammad ﷺ es Su siervo y mensajero, enviado a la humanidad como portador de buenas nuevas y amonestador, y para llamar al camino de Allah y es, asimismo, una lámpara resplandeciente, Paz y bendiciones sobre su familia y sus compañeros hasta que los hombres se presenten ante el Señor de los Mundos. Allahumah, bendícenos en Shaban y permítenos llegar a Ramadán.
Sabed que el cuerdo es aquel que contempla el transcurso de la noche y del día, de los meses y de los años, y llega a la conclusión de que, por lo rápido que pasa el tiempo, estamos constantemente acercándonos a la tumba, al ajuste de cuentas y al Jardín o al Fuego. Dijo Allah, Todopoderoso: «Allah hace que se alternen la noche y el día; es cierto que en esto hay un motivo de reflexión para los que tienen visión». Dijo también: «Es cierto que en la creación de los cielos y la tierra y en la sucesión del día y la noche, hay signos para los que saben reconocer la esencia de las cosas». Entonces, has de saber que el mes de Shaban es el mes de la bondad y de la baraka, y que es una de las estaciones de obediencia en la que buscamos alivio y en la que se elevan las obras y los actos de adoración al Señor de los cielos y la tierra. Transmitido por Usamah bin Zaid, que Allah esté complacido con ambos, quien era de las personas más amadas por el Mensajero de Allah ﷺ quien narró que preguntó al Profeta ﷺ: «¿Por qué ayunas en el mes de Shaban más de lo que ayunas en los otros meses?». Él contestó: «Este es un mes cuya importancia pasa desapercibida para la gente, al estar entre dos meses tan importantes como son Rayab y Ramadán. Es un mes donde las acciones son presentadas ante Allah, y me gustaría que mis acciones fueran elevadas hacia Él mientras yo esté en ayuno».
¡Creyente!, no estés entre los descuidados en este gran mes. Sé uno de los que prestan atención y se preparan para el mes sagrado de Ramadán. El descuido es una enfermedad del corazón, una enfermedad que impide al corazón recibir bendiciones y lo vela de Quien las concede. Los hombres de tasawwuf decían que el descuido es el alejamiento del corazón del recuerdo de Allah. El Imam Al-Yunaid dijo: «Reflexioné sobre las faltas de la gente del Islam y no vi ninguna falta más grande que ser descuidado con Allah». Allah, Todopoderoso, nos advirtió contra el descuido y los descuidados. Él dijo: «Y no obedezcas a aquel cuyo corazón hemos hecho negligente con Nuestro recuerdo, que sigue sus pasiones y cuyos asuntos descuida siempre».
Así que, presta atención en el mes de Shaban y no seas de los negligentes. No estéis entre aquellos a quienes el Profeta ﷺ describe como negligentes en este hadiz. Cabe destacar que hay una diferencia entre el descuido y el olvido. El descuido es dejar de hacer algo por decisión propia, mientras que el olvido es dejar de hacer algo sin que la decisión intervenga. Dijo el Mensajero ﷺ: «Allah ha perdonado a mi nación el error involuntario, el olvido y aquello que hagan por coacción». Prestemos atención a las palabras de este hadiz, en el que no es mencionado el término «descuido».
Entre los signos del descuido, se encuentra la pereza a la hora de realizar los actos de adoración. La pereza a la hora de realizar los actos de ‘ibada es una de las características de los hipócritas. Allah Todopoderoso dijo: «Los hipócritas pretenden engañar a Allah, pero es Él quien los engaña. Cuando se disponen a hacer el salat, se levantan perezosos y lo hacen para que los demás los vean. Apenas si se acuerdan de Allah». (Sura de Las Mujeres An Nisā’, 142)
Uno de los signos de la negligencia es rezar sin estar presente, ni pausado. Verás que la persona negligente roba de su oración, es decir, la reza apresuradamente, sin realizar las postraciones (el ruku’) adecuadamente. El Profeta ﷺ dijo: «Las más pesadas de las oraciones para los hipócritas son la oración de la noche y la del alba. Pero si ellos supieran lo que ambas contienen, asistirían a ellas, aunque tuvieran que ir a gatas».
¡Siervos de Allah! El Mensajero de Allah ﷺ nos advirtió contra el descuido (ghafla) en la primera parte del hadiz mencionado anteriormente. Y nos instó a realizar buenas obras en la última parte de este hadiz; nos advirtió y nos llamó la atención diciendo: «Un mes en el que las obras se elevan a Allah». Entonces, ¿Qué tipo de obras merecen ser elevadas? La respuesta es: todo tipo de buenas obras. Allah Todopoderoso dijo: «A Él asciende la buena palabra, y la obra justa la eleva». Así pues, el Mensajero de Allah ﷺ incrementaba su esfuerzo, daba más sadaqah y hacía más días de ayuno en el mes de Shaban.
Así que tomad como ejemplo a nuestro noble Profeta ﷺ. «En verdad, en el Mensajero de Allah tenéis un buen ejemplo para todo aquel que tiene esperanza en Allah y en el Último Día». Ayunad tanto como podáis durante Shaban en preparación para Ramadán, pues al hacerlo estáis siguiendo la Sunna de vuestro noble Profeta ﷺ, porque el ayuno despierta los miembros de su negligencia, por lo que están en el mejor estado cuando se elevan las obras. Descuidar el ayuno en Shaban afecta el jushū’ (la concentración) en Ramadán. Shaban es la última oportunidad para compensar lo perdido en el Ramadán anterior. Quien no ha recuperado los días perdidos en Ramadán sin una excusa aceptable hasta que llegue el siguiente mes de Ramadán, ha de pagar el fidya y recuperar los días perdidos por ser perezoso y negligente. El incumplimiento de las obligaciones en general indica la «falta de Creencia».
Allahumah, guíanos para que sigamos la Sunna de Tu Profeta ﷺ, concédenos la firmeza en nuestro din y permítenos hacer buenas obras en todo momento y bendícenos en Shaban y permítenos llegar a Ramadán. Allahummah, permítenos morir musulmanes y vivir con Imán, y haz que la vida sea un aumento para nosotros en todo lo bueno y que la muerte sea un alivio para nosotros de todo lo malo. Amin.