Alhamdulillah, Quien hizo de las mezquitas lugares sagrados, Permitió que se elevaran y Ordenó que se frecuentaran, se mantuvieran y se cuidaran buscando Su complacencia. Doy testimonio de que no hay más dios que Allah, Único, sin parecido, y doy testimonio de que Muhammad ﷺ es Su siervo y Mensajero, paz y bendiciones de Allah sean sobre sus compañeros y quienes sigan su camino hasta el Día del Juicio.
¡Musulmanes! Tened taqwah de Allah, y volveos a Él completamente y tomad como provisión la taqwah ya que es la mejor provisión.
Allah, Alabado sea, Dijo: «Solo quien crea en Allah y en el Último Día, establezca el salat, entregue el zakat y no tema sino a Allah, permanecerá en las mezquitas de Allah. Y así podrán ser de los que están guiados» Al final de esta aleya, Allah, Alabado sea, da testimonio de que aquellos que frecuentan las mezquitas estarán entre los guiados y menciona sus características. Son cualidades atribuidas específicamente a quienes frecuentan las mezquitas tal como viene en la aleya, tener imán, pagar el zakat, establecer el salat y tener taqwah de Allah, Todopoderoso. Quien cumpla estas características estará entre los vecinos de Allah en el Día del Juicio. Se relató de Anas ibn Malik (que Allah esté complacido con él) que dijo: «El Mensajero de Allah ﷺ dijo: “Allah preguntará en el Día del Juicio: ‘¿Dónde están mis vecinos?’. Los ángeles preguntarán: ‘¿Quiénes son tus vecinos?’. Él Responderá: ‘¿Dónde están los que frecuentan las mezquitas?’”».
Permanecer en las mezquitas se puede realizar de varias formas que podríamos dividir en materiales e inmateriales. Respecto a las inmateriales están hacer el salat, recitar el Corán, enseñar, aprender y permanecer en ellas con adab (cortesía) y mucho respeto. En cuanto a las formas materiales de permanecer en las mezquitas citaremos hacer aportaciones económicas, ayudar con los gastos de la mezquita, mantenerla, limpiarla, cuidarla y acudir a ella a menudo siendo sincero y a adorar solo a Allah en ellas.
Allah Todopoderoso dice: «Las mezquitas son para Allah, no invoquéis a nadie junto a Allah». Siervos suyos, permanecer en la mezquita tiene un adab determinado, ya que permanecer en la mezquita para hacer tafakkur (reflexionar) es un gran acto de adoración, y quien permanece en este lugar sagrado es considerado un invitado del Misericordioso, por lo que el invitado ha de respetar las normas y ser consciente de ello, incluyendo el mantener silencio cuando se recita el Corán, mientras se pronuncia el jutbah…, especialmente los viernes. Acaso no habéis escuchado las palabras del Mensajero de Allah ﷺ «Si le dices a tu amigo: “presta atención” mientras el imam está dando el jutbah, has hablado en vano, y a quien habla en vano no se le cuenta su Yumu’ah».
¡Creyentes! Sabed que lo primero que hizo nuestro Profeta ﷺ tras emigrar a Medina fue construir una mezquita. Era un lugar de encuentro y comunión de ideas y opiniones de los musulmanes. Asimismo, el lugar donde educaban su nafs (ego), y donde aprendían lo beneficioso de esta vida y de la Otra. Por lo tanto, construirla es una sadaqah continua. Su recompensa llega a quien la realiza en su vida y después de la muerte. Su recompensa continúa hasta la tumba, como si estuviera vivo. El Profeta ﷺ dijo: «Cuando el hijo de Adam muere, todas sus obras cesan, excepto tres: la sadaqah continua (sadaqah yariya), el conocimiento beneficioso o un hijo recto que reza por él». Estas tres están relacionadas con la mezquita: el conocimiento beneficioso adquirido en ella. El hijo recto no es sino uno de los que frecuentan las mezquitas. Por lo tanto, nuestro Profeta ﷺ dio buenas nuevas a quienes las construyeran pues se les concedería un palacio en el Jardín. Dijo ﷺ: «A quien construya una mezquita buscando con ello la Faz de Allah, el Todopoderoso, Allah le construirá una casa en el Jardín». Esta es una buena nueva del Mensajero ﷺ para todo aquel que construya o ayude a construir una mezquita, aunque sea con un consejo, una palabra amable o apoyo. En otra narración encontramos, «Quien construya una mezquita, incluso si es del tamaño de un nido de gorrión», es decir, incluso si es pequeña.
Gracias primeramente a Allah, Alabado sea, luego a hombres que fueron fieles a su pacto con Allah, entre ellos quienes ya han fallecido y otros que esperan su turno, esta gran mezquita, la Mezquita Mayor de Granada, celebra su vigésimo segundo aniversario, han pasado más de veinte años transmitiendo el mensaje del Islam y llamando al bien, al camino de en medio, la convivencia y la hermandad en el Din y en la Creencia. Siguiendo la escuela de nuestro Imam Malik, el Imam de Dar al-Hijrah, a quien el Profeta ﷺ hizo referencia en su hadiz: «Pronto la gente viajará buscando conocimiento, pero no encontrarán a nadie más erudito que el erudito de Medina». Esto ocurrió ochenta años antes de su nacimiento. Y, además, siguiendo la ‘aqida de Abu al-Hasan al-Ash’ari y el Tasawwuf de Imam Yunaid.
Entre quienes se esforzaron por establecer este lugar histórico, en primer lugar, destacar a Shayj Abdalqadir as Sufi, rahimahullah, a través del cual Allah abrió los corazones de muchos hombres y mujeres. Que Allah tenga misericordia de él y haga de su tumba un lugar al cual acudan los ángeles y que lo recompense por todo su trabajo fisabilillah. Que bendiga a todos sus emires, en especial a Emir Hisham, a sus muqadim, a sus maestros, al Rais de la Yama’ah y a todos sus fuqará y murids. Y Que Él bendiga a Sheij Sultán bin Muhammad al-Qasimi, por su continua ayuda a esta mezquita y su inestimable aportación para su consecución. Que Allah bendiga su vida y acepte sus esfuerzos fisabillillah. Y que Allah bendiga a todos los que contribuyen al mantenimiento de esta mezquita. En el hadiz: «Quien no agradece a la gente no agradece a Allah».
Allahumah, protege esta bendita mezquita y bendice a sus dirigentes, su administración y todos sus proyectos.
Allahumah, concédenos el bien de esta vida y de la Otra, líbranos del mal de esta vida y de la Otra, acepta nuestras buenas obras, aleja tu odio y tu ira, y sé para nosotros un defensor, un socorredor y Quien nos ayude. Abre nuestros corazones, y ten piedad de los oprimidos en todas partes. Amin