Tranquilidad

Siervos de Allah, tened takwa de Allah y sed conscientes de él en secreto y en público, y sabed que nuestros cuerpos no aguantarán el castigo del infierno. Oh Allah, sánanos por dentro como nos has sanado por fuera.

Dijo Allah, Todopoderoso, en la Surah Muhammad, la paz sea con él: «Pero los que creen, llevan a cabo las acciones de bien y creen en lo que se le ha hecho descender a Muhammad, que es la verdad que viene de su Señor, Él les ocultará sus malas acciones y mejorará lo que surja en sus corazones». En esta sagrada aleya Allah, alabado sea, promete serenidad y tranquilidad para los corazones y promete perdonar las faltas de aquellos que creen en Él con sinceridad, en lo que se reveló a Muhammad, que es el Noble Corán, creen que es la verdad de su Señor y actúan de acuerdo a él y obedecen sus mandamientos y evitan sus prohibiciones.

Es bastante común la falta de paz y tranquilidad en los tiempos en los que estamos. Vivimos en una época de múltiples preocupaciones, tristezas, dolores y sufrimientos. Todo el mundo se queja de que está sobrecargado. Conseguir la tranquilidad ahora es un gran logro y un favor de Allah sobre sus siervos, y solo se alcanza con la entrega y aceptación total del decreto de Allah, sea este bueno o malo. Y si uno pregunta cómo lograr la tranquilidad, la respuesta se encuentra en la misma aleya que junta la tranquilidad con la fe y las buenas obras: que creas en Allah firmemente y que tu imán sea puro, y que la dulzura de la fe te haga olvidar todas las dificultades del dunia.

Cuando le ocurría algo a nuestro profeta, la paz sea con él, se apresuraba a hacer salat. Dijo Allah, alabado sea: «Buscad ayuda en la constancia y en el salat», Y dijo en otra aleya: «¿Pues no es acaso con el recuerdo de Allah con lo que se tranquilizan los corazones?», es decir, los corazones sanos. Sin embargo, los corazones enfermos se afligen y se apartan al escuchar la verdad y se encogen en los círculos de dhikr y de Corán. Y dijo Allah: «Pero quien se aparte de Mi recuerdo… Es cierto que tendrá una vida mísera y el Día del Levantamiento le haremos comparecer ciego».

Muchas personas se quejan de la ansiedad, la tensión y las preocupaciones, de no parar de pensar en sus inquietudes, de que no pueden soportar el dolor y la tristeza. No encuentran placer en el dinero, el prestigio o los deseos. Están cansados de todo, sin satisfacer sus deseos y sin alcanzar sus objetivos. Lo que causa esto son las malas obras y cometer cada vez más faltas graves. Si uno observa esta aleya, encontrará que Allah promete expiar las faltas y las malas obras diciendo: «Él les ocultará sus malas acciones y mejorará lo que surja en sus corazones». Es una indicación de que lo que más preocupa a las personas y carga su conciencia son las faltas y el impacto que estas provocan. Hay faltas que dejan marcas en el corazón a pesar de arrepentirse; por tanto, observa lo que te preocupa, qué falta has cometido y en qué falta grave has caído, para que puedas arrepentirte y dejar de hacerlas inmediatamente, sin demora.

Entre lo que aporta tranquilidad está la estabilidad emocional de la familia, la unión familiar, el amor entre sus miembros, entre el padre, su esposa y sus hijos. ¿Cómo imaginar una familia tranquila, cuando el divorcio la ha destrozado, ha separado a los hijos y los ha privado del cuidado parental y del calor de la familia así como de una vida digna entre el padre y la madre? Estos niños son como huérfanos a pesar de tener los padres vivos. El divorcio se ha vuelto desenfrenado en nuestra sociedad y se ha convertido en algo normal que no sorprende por su abundancia. ¿Cuántas familias se divorciaron, desarrancaron sus raíces y sacudieron la tranquilidad de sus miembros?

¿Acaso no dijo nuestro Señor, alabado sea: «Y parte de Sus signos es que os creó esposas sacadas de vosotros mismos para que encontrarais sosiego en ellas y puso entre vosotros amor y misericordia; realmente en eso hay signos para gente que reflexiona»? ¿Dónde está el amor y dónde está la misericordia, y dónde está la aleya que dice: «Y no olvidéis el favor entre vosotros»? ¿Y dónde está la paciencia, que es la base para que navegue el barco del matrimonio hasta que llegue a salvo a la orilla a pesar del fuerte oleaje?

Asimismo, una de las causas de tranquilidad es conformarse con poco. Estar satisfecho con lo que Allah te ha dado y prescindir de lo demás. En el libro de los hikam de Ibn Ataillah, hay una hikma que dice: «Poseer poco es suficiente y es mejor que poseer mucho, ya que esto te hace injusto». La verdadera riqueza es la riqueza de las personas y la riqueza del alma. Dice un sabio: «La riqueza del alma es tener lo suficiente para cubrir la necesidad. Si añades algo más que lo que necesitas, aquella riqueza se convierte en pobreza». Y en el hadiz qudsi: «Es cierto que entre mis siervos fieles están aquellos cuya fe solo se fortalece con la pobreza, si les hago ricos se vuelven corruptos».

Creyentes, habéis de saber que Allah os ha colmado de innumerables bendiciones y con cosas más valiosas que el oro y la plata, entre ellas la salud, el ser agradecido, el Islam y la bendición de tener un cuerpo sano. Dijo el Mensajero de Allah, la paz sea con él: «Quien amanece estando seguro en su barrio, gozando de un cuerpo sano y teniendo provisión que le bastará para su día es como si tuviera ganado el mundo entero».

¡Oh Allah!, danos cordura y concédenos una lengua de recuerdo y agradecimiento, un corazón consciente. Amin

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