Alhamdulillah, quien creó al hombre y le enseñó a hablar, e hizo que se distinguiera del animal por su discurso. Y le advirtió contra el peligro del mal uso de su lengua, y lo guió hacia el Imán. Doy testimonio de que no hay más dios que Allah, único y sin asociado. Este testimonio nos abre las puertas del Jardín y nos cierra las del Fuego. Y doy testimonio de que nuestro maestro Muhammad es Su siervo y mensajero, respaldado por milagros y pruebas. Paz y bendiciones sobre su familia y sus compañeros.
¡Musulmanes! Tened taqwa de Allah, tomad como ejemplo el carácter del Mensajero de Allah ﷺ y guardad vuestras lenguas de las conversaciones vanas, la maledicencia, las murmuraciones y la calumnia sobre la gente. Allah Todopoderoso registra las obras, los dichos y los hechos de Sus siervos. Allah, alabado sea, dijo: «No hay nada que se diga sin que tenga a su lado, presente, un vigilante». Y en otra aleya: «¿Es que creen que no escuchamos su secreto y sus confidencias? Por el contrario, junto a ellos escriben Nuestros mensajeros (los ángeles)».
¡Siervos suyos! El chismorreo es la manifestación de una de las enfermedades del corazón, un mal que destruye a las familias y a las comunidades. ¡Cuántos afectos han sido corrompidos por la lengua, cuántos contratos firmes han sido rotos por culpa de las palabras, cuántas comunidades han sido dispersadas por las habladurías, cuántos matrimonios han sido destrozados por los calumniadores!
Por estas terribles consecuencias, el Sagrado Corán comparó esta grave acción con el hecho de comer carne humana. Allah Todopoderoso dijo: «Y no os espiéis unos a otros ni habléis mal de otros cuando no estén presentes. ¿Acaso le gustaría a uno de vosotros comer la carne de su hermano muerto?».
El Profeta ﷺ nos advirtió contra esta peligrosa enfermedad en muchos hadices y dijo: «Todo musulmán es sagrado para otro musulmán, como lo son su sangre, sus bienes y su honor».
Quien se preocupa por su dīn y su honor debe evitar las reuniones de los necios que murmuran sobre la gente, pues mantener esta nefasta compañía anula las buenas acciones y las reduce a cenizas, y, por el contrario, aumenta las malas. La calumnia es un germen que siembra rencor y odio entre las personas.
¡Creyentes!
El musulmán ha de preocuparse por sus propias faltas y defectos e ignorar las faltas de los demás, ya que primeramente la persona debe ocuparse en corregirse a sí misma. Asimismo, debe ser recto antes de tratar de ayudar a los demás a alcanzar la rectitud. Dice un hadiz: «Quien persigue las faltas de los demás, Allah perseguirá sus faltas».
Un sabio dijo: «No reveles las faltas de la gente que permanecen cubiertas… para que Allah no exponga tus faltas. Y no difames a ninguno de ellos con algo que hay en ti».
Al-Hasan al-Basri dijo: «La murmuración tiene tres aspectos, todos ellos están en el Libro de Allah: la calumnia, la mentira y la injusticia».
- La calumnia: decir de tu hermano lo que hay en él.
- La mentira: decir acerca de él lo que has oído, sin comprobarlo.
- La injusticia: decir de él algo que no es verdad.
La gente de tasawwuf dice: «La calumnia es el pasto de los depravados y el fruto de los necios».
Sufyán ibn Uyaynah dijo: «La calumnia es más grave que la deuda. La deuda se salda, pero la calumnia no. Un musulmán que se preocupa por su dīn debería hablar de su hermano ausente tal como le gustaría que se hablara de él cuando estuviera ausente».
La calumnia es una de las causas del tormento de la tumba. Se nos ha hecho llegar a través de un hadiz que el Profeta ﷺ, cuando pasó en una ocasión junto a dos tumbas, dijo: «Están siendo castigados. Pero no por cosas que fueran difíciles de evitar». Luego dijo: «Uno de ellos solía esparcir rumores maliciosos, y el otro no se cuidaba de la impureza al orinar».
Sabed que una de las consecuencias de la calumnia y de las habladurías es que tus buenas acciones serán transferidas a la persona a la que calumniaste en el Día del Juicio.
Y si no tienes suficientes buenas obras, sus malas obras te serán transferidas y serás arrojado al Fuego a causa de tu lengua.
El Profeta ﷺ dijo: «A quien me garantice que preserva lo que tiene entre sus mejillas (la lengua) y lo que hay entre sus piernas, le garantizo el Paraíso».
¡Siervos de Allah! Tomad como ejemplo el carácter del Mensajero de Allah ﷺ y los buenos modales de los awliyā’, porque la pureza de corazón es la base del Islam, y abstenerse de los defectos de la gente es una gran cualidad.
El Profeta ﷺ dijo: «Es señal del buen Islam de una persona apartarse de lo que no le incumbe».
Emplea tu lengua en el recuerdo de Allah y en recitar el Corán, y serás de los vencedores y estarás a salvo del mal de los que se burlan. Habla bien o mantente callado, y serás de los ‘ārifīn.
Allahumma, protege nuestras lenguas de la calumnia y de la difamación, y no nos tomes en cuenta si olvidamos o cometemos un error. Guía nuestras palabras y acciones, y no nos abandones a nosotros mismos ni por un instante. Amín.