Alhamdulillah, quien dio comienzo a los cielos y a la tierra, Conocedor de lo secreto y de lo oculto.
Doy testimonio de que no hay más dios que Allah, único, sin parecido, y que Muhammad es Su siervo y Mensajero ﷺ. Paz y bendiciones sobre su familia y sus compañeros.
¡Musulmanes!
Tened taqwa de Allah Todopoderoso, poned orden entre vosotros y buscad ayuda en la virtud y en el taqwa de Allah, no en la desobediencia ni en la transgresión.
Sabed que la felicidad reside en aportar alegría a los demás, servirles, satisfacer sus necesidades y mediar entre ellos para reconciliar. Servir a los demás es una de las buenas acciones que Allah ha ordenado en Su Noble Libro y que el Profeta ﷺ nos legó con sus benditas obras y transmitió en sus nobles hadices.
Allah Todopoderoso dijo:
«¡Creyentes! ¡Inclinaos y postraos, adorad a vuestro Señor y haced el bien para que así podáis tener éxito!»
Ibn ‘Abbās interpretó “el bien” en la aleya como mantener los lazos de parentesco y los buenos modales.
Allah, alabado sea, ha descrito como recompensa el éxito, la rectitud y la felicidad, por eso termina la aleya con «para que tengáis éxito».
Al-Baghawī dijo: «Para que seáis felices y alcancéis el Paraíso».
El Mensajero de Allah ﷺ dijo:
«Ciertamente Allah Todopoderoso dirá el Día del Levantamiento: “¡Oh hijo de Ādam! Enfermé y no me visitaste”.
A lo que se responderá: “¡Oh Señor! ¿Cómo podría visitarte si Tú eres el Señor de todos los mundos?”.
Y Él —subḥānahu wa ta‘āla— contestará: “¿Acaso no sabes que Mi siervo fulano enfermó y no lo visitaste? ¿Y acaso no sabías que, si lo visitabas, Me encontrarías con él?
¡Oh hijo de Ādam! Te pedí alimento, pero no Me alimentaste”.
A lo que se responderá: “¡Oh Señor! ¿Cómo podría alimentarte si Tú eres el Señor de todos los mundos?”.
Le contestará: “¿Acaso no sabes que Mi siervo fulano te suplicó alimento y no lo alimentaste? ¿Y acaso no sabías que, si lo alimentabas, Yo te recompensaría por ello?”»
El significado de este hadiz es que todo lo que aportamos o hacemos por los demás lo estamos anticipando para nosotros mismos, y lo encontraremos delante de Allah el día en que cada alma encontrará presente todo el bien y el mal que haya hecho. Y ese día, desearemos que entre el alma y el mal haya una gran distancia.
Allah Todopoderoso dijo:
«El bien que adelantéis en vuestro favor lo encontraréis junto a Allah. Eso es mejor y posee más recompensa».
Y en el noble hadiz:
«Quien alivie a un creyente de una tribulación mundana, Allah lo aliviará de una tribulación en el Día de la Resurrección. A quien le facilite las cosas a alguien en dificultad, Allah le facilitará las cosas en este mundo y en el Otro. A quien cubra a un musulmán, Allah lo cubrirá en esta vida y en la otra. Allah ayuda al siervo cuando el siervo ayuda a su hermano».
Narrado por Muslim.
Este hadiz abarca todo lo que puedes hacer para ayudar, ya sea poco o mucho, incluso con una palabra amable: levantar el ánimo de un enfermo grave, visitarlo en su casa, saldar una deuda que lo agobia, apartarle un mal, apoyar a un oprimido, amonestar a un opresor, enseñar a un ignorante, aconsejar a alguien que se está desviando del camino… cualquiera de estas obras se considera una buena acción que Allah hace ascender hacia Él y que multiplicará para ti.
En el Día del Juicio la encontrarás en la balanza de buenas obras y serás de los que han triunfado.
Dice Allah, alabado sea:
«Aquellos cuyas obras pesen en la balanza… esos serán los afortunados. Y aquellos cuyas obras no tengan peso en la balanza… esos serán los que se habrán perdido a sí mismos».
¡Siervos suyos!
El fruto de ayudarse en el bien y perseverar en el taqwa es el florecimiento de una sociedad recta y cohesionada, donde las personas se aman y se ayudan mutuamente. De esta manera, prevalecen la aceptación y la convivencia. Por lo tanto, la sociedad se convierte en algo sólido, como dijo el Profeta ﷺ:
«El creyente es para su hermano creyente como un edificio, en el que unas partes refuerzan a las otras».
Allahumma, une nuestros corazones, facilita nuestros asuntos y haz que nos baste lo lícito y que nos ocupemos de la obediencia, y no de la desobediencia; y que busquemos ayuda solo en Ti.
No nos abandones a nosotros mismos ni un instante. Haz que nuestra comunidad sea recta, guía a nuestro emir hacia la magnanimidad y ayúdalo en ello, y ten piedad de los oprimidos dondequiera que estén.
Amín.