Alhamdulillahi Rabbil alamin, Al Malik, la Haqq, Al Mubin, El Conocedor del No-Visto y de lo Aparente, el Poderoso, el Sabio. Doy testimonio de que no hay más dios que Allah, Único, sin parecido. Un testimonio que encontraremos el día en que cada uno vea ante sí el bien y el mal que haya hecho, deseará que de este último (del mal), le separe una gran distancia. Y doy testimonio de que nuestro Maestro Muhammad ﷺ es Su siervo y Mensajero.
¡Siervos de Allah! tened taqwah de Allah y adorad a vuestro Señor en secreto y en público.
Allah Todopoderoso dice en Su Libro: «Hay hombres que se entregan buscando la complacencia de Allah. Y Allah es Espléndido con los siervos. Estos son los que vendieron sus almas, las abarataron y se sacrificaron en busca de la complacencia de Allah, alabado sea». Este es el mejor comercio. Una transacción rentable y sin pérdidas. Cada acto de adoración a Allah Todopoderoso es una transacción con Allah; dijo el Mensajero ﷺ: «Dunia es un mercado en actividad hasta que se cierra, en el que ganan los que ganan y pierden los que pierden». Y en otro hadiz: «Cada uno está liberándose o condenándose a sí mismo(según sus obras)». Es decir, El nafs se convierte en una mercancía, entonces el que se la vende a Allah, gana, y el que se la vende al shaitán y sus deseos, pierde.
Allah, Gloria a Él, ha dejado claro el valor del alma y de las riquezas, y dice en su libro: «Es cierto que Allah les ha comprado a los creyentes sus personas y bienes a cambio de tener el Jardín…». Si sabes que el precio es el jardín, y que el que te compra es Allah que siempre cumple su promesa, no dejes escapar la oferta, y no tengas dudas. Haz la venta y no tengas miedo. ¿Y quién cumple su pacto mejor que Allah? Así pues, regocijaos por el pacto que habéis acordado. Este es el gran triunfo.
¡Siervos de Allah! Allah, Todopoderoso, nos ha facilitado los medios para hacer transacciones con Él. Y nos ha dejado claras las ganancias de este comercio diciendo en su libro: «Los que leen el libro de Allah, establecen el salat y gastan de lo que les proveemos en secreto y públicamente, esperando un negocio que no tiene pérdida. Para que les pague la recompensa que les corresponda y les aumente Su favor; es cierto que Él es Perdonador, Agradecido». (Corán 35:29)
Explicamos esta aleya detalladamente. Los que leen el libro de Allah: recitar el Corán y obrar acorde con ello. Por cada letra que recitas recibes diez hassanas, y Allah multiplica su favor para quien Él quiere. Asimismo, respetar el Corán, aprenderlo y enseñarlo. Dijo el Profeta ﷺ: «El mejor entre vosotros es el que aprende el Corán y lo enseña». Y respetar a la gente del Corán, los que dedicaron su vida a memorizarlo, recitándolo noche y día. Luego sigue la aleya: «y establecen el salat (la oración)». Porque el salat es el pilar del Din y es el vínculo entre el siervo y su Señor. El que abandona el salat es el perdedor en la transacción con Allah. «Hacer el salat en su tiempo es mejor que Dunia y todo lo que hay en ella», tal como se ha dicho en el hadiz. Luego, gastar en el camino de Allah, en secreto y público. Es decir, la sadaqa obligatoria y preferible. Después, «esperando un negocio»; es decir, estas personas esperan un negocio que sea continuo y no cese, ni disminuya hasta desaparecer, «para que les pague la recompensa que les corresponda y les aumente su favor». Al-Qurtubi dijo que el aumento aquí es la intercesión (shafa’) en el más allá. Él es Perdonador de sus faltas, Agradecido por su obediencia.
Cuando sayyiduna Suhaib emigró, algunos infieles de quraish lo atacaron en el camino. Le dijeron: «Viniste a Meca como un pobre vagabundo, pero te hiciste rico y lograste lo que lograste». Él les dijo: «Si os dejo mi riqueza, ¿me dejaréis en paz?». Ellos dijeron: «Sí». Entonces les mostró dónde lo tenía guardado y lo dejaron ir. Cuando entró en Medina, el Profeta ﷺ lo recibió y le dijo : «¡Tu transacción ha sido exitosa Abu Yahya!». Y lo repitió tres veces. Él dijo: «Por Allah, nadie me ha precedido, oh Mensajero de Allah, eso te lo ha contado Yibril». Y Allah reveló en el Corán sobre él la aleya con la que comenzamos el jutba.
¡Creyentes! Entre las cláusulas de fiqh acerca de hacer transacciones con Allah está el proteger vuestras ganancias de todo aquello que anula vuestras obras, como la arrogancia, la hipocresía, el buscar la fama y la ostentación. Para que no os convirtáis en aquellos que obran, ganan y acaban cediendo sus ganancias a otros por culpa de los chismes y las calumnias. De igual modo están hacer transacciones en secreto, no hagas todas las acciones nobles en público. Y júzgate y advierte a tu nafs contra las pérdidas, y hazle saber acerca de las ganancias. El comerciante cuerdo, si sufre una pérdida, le presta atención, la oculta y hace enseguida una buena transacción. Asimismo, está el aprovechar los periodos de obediencia y buenas obras en las que se multiplican las recompensas. Así como estás pendiente de las tiendas y mercados, esperando las rebajas y ofertas, observa los mercados de la otra vida, porque hay temporadas en las que las recompensas aumentan, y no estés entre los descuidados. ¡Tened taqwah de Allah, siervos suyos! Obrad rectamente y haced transacciones con vuestro Señor y triunfaréis. Y no os dejéis engañar por Dunia.
Allahumah, facilítanos el bien, ayúdanos a conseguirlo, derrota nuestros deseos, ayúdanos contra nosotros mismos y no nos dejes solos ni por un momento, y sé para nosotros un guardián, un ayudante, un auxilio y apoyo, y concede la victoria a los oprimidos, en cualquier lugar, y ayúdalos, y vigílalos con Tus ojos que nunca duermen, y ten piedad de ellos con tu Misericordia que lo abarca todo, y derrota a los opresores y agresores, porque tú Eres Dueño del poder. Amin.