Musulmanes, hoy es el día 4 de Muharram, el comienzo del año 1440 hiyri. En otras palabras, han pasado 1439 años desde que el Profeta hizo su hiyra de Meca a Medina. Es un momento que invita a la reflexión. ¿Y qué tiene de significativo el hiyra que la hace digna de ser el comienzo del calendario islámico? ¿Por qué los musulmanes eligieron este evento y no el nacimiento del Profeta o el día en que recibió el Mensaje por primera vez? ¿Por qué comienza la era islámica con la hiyra en lugar de, digamos, una de las grandes victorias militares de los musulmanes como pudo ser Badr o la conquista de Meca? ¿Qué hay en este evento que lo hace tan fundamental para la historia del Islam y que el Profeta lo describió en un hadiz narrado por Amr ibn Anbasa como lo mejor del Iman o la mejor parte del Iman?
Ante todo, la hiyra señala el hecho de que el din pasó de ser una religión privada practicada por unos pocos individuos oprimidos a ser una realidad social y política plenamente funcional. Marca el punto cuando los musulmanes pasaron de una posición de división y debilidad a una de unidad y fuerza. A pesar de que parecía ser un acto de fuga o huida, en realidad marca el punto cuando llegó la tan esperada victoria de Allah. Allah dice:
“Si vosotros no le ayudáis, ya le ayudó Allah cuando le habían echado los que no creían y había otro con él. Y estando ambos en la cueva, le dijo a su compañero: No te entristezcas porque en verdad Allah está con nosotros. Allah hizo descender sobre él Su sosiego, le ayudó con ejércitos que no veíais e hizo que la palabra de los que se negaban a creer fuera la más baja; puesto que la palabra de Allah es la más alta. Allah es Irresistible y Sabio”. (9:40)
Porque la hiyra no fue un acto de huida de la creación como se podría suponer, sino más bien un acto de huir hacia Allah. Y cualquier acto de huir o ir hacia Allah es una victoria, incluso si termina en la muerte, ya que Él es Quien da la guía y el éxito. Allah dice:
“Y los que hayan emigrado en el Camino de Allah y luego los hayan matado o hayan muerto, Allah le dará una hermosa provisión; es cierto que Allah es el mejor en proveer”. (22:58)
Y eso fue especialmente cierto en cuanto a la hiyra del mejor de la creación. Más que cualquier otro evento en su vida, la emigración representó la gran victoria que los musulmanes esperaban. Y como tal, es imperativo que cada uno de nosotros lo estudie en detalle y aprenda bien las lecciones que nos enseña:
Lo primero que nos muestra es que nosotros, como musulmanes, no podemos aceptar quedarnos en una situación en la que nuestro din se ve comprometido, sino que debemos buscar alternativas. El Profeta pudo haber permanecido en Meca y podría haber llegado a ser un hombre rico y a vivir cómodamente; lo único que tenía que hacer era aceptar los términos ofrecidos por los Quraysh, mantener su asunto como algo privado y dejar de llamar abiertamente a la gente. Pero el din del Islam no es una religión privada, es una forma de vida que abarcaba todos los aspectos de la vida del musulmán. Así que el Profeta hizo hiyra a un lugar donde eso podría suceder: al-Madinat al-Munawara.
Hoy en día, salvando las distancias, los paralelismos con la situación de los musulmanes en Meca son claros y llamativos: una vez más vivimos en un sistema donde kufr prevalece, e impera una visión materialista de la existencia que rechaza la divinidad y esto permite que las sociedades actuales se rijan por unos mecanismos que van en contra de la condición humana de esclavo de Allah y jalifa en la tierra. Un modelo que se fundamenta en gran parte sobre un sistema económico usurero de voraz avaricia que corrompe los individuos y las sociedades y causa estragos en la naturaleza. El islam es el din, la práctica de adoración, con la que Allah está complacido y que abarca todos los aspectos de nuestras vidas, proporcionando equilibrio, armonía y justicia. Por lo tanto, y siguiendo el ejemplo de nuestro amado profeta, todo musulmán debe tener anhelo por establecer el din en beneficio de la comunidad y sociedad en la que se encuentra, puesto que hay aspectos, como las mua’amalat o el zakat en su dimensión social, que se han olvidado en gran medida.
Hiyra se refiere principalmente a una emigración física de un lugar a otro, esa emigración comienza con una intención sincera. La hiyra por Allah y Su Mensajero comienza con dejar todo lo que Allah ha prohibido, sin importar cuán imposible pueda parecer. El Profeta dijo:
“El muhayir es el que deja lo que Allah ha hecho prohibido para él”.
Pedimos a Allah que nos dé una himma y un anhelo fuerte por complacerle y Le pedimos que nos dé facilidad para poner en práctica Su din en todas las esferas de nuestras vidas.
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Musulmanes, en este mes sagrado de Muharram hay un día destacado y es el décimo de Muharram, que coincide con el próximo jueves. Celebramos el día de Ashura para agradecer a Allah todas las grandes bendiciones que nos ha otorgado en este día a lo largo de la historia de la humanidad. Porque fue en este día que Él aceptó el tawba de Adam, elevó Idris a un alto lugar, permitió que el Arca de Nuh descendiera en la tierra en al-Yudi, le dio a Ibrahim un hijo, y tomó como Jalil y le protegió del fuego en el cual había sido arrojado, perdonó a Daud, elevó a Isa al cielo, salvó a Musa del mar y ahogó al Faraón y su ejército, rescató a Yunus del vientre de la ballena, devolvió a Ayyub su familia, salud y riqueza, y restauró el reino de Sulayman en toda su gloria. De hecho, tal importancia fue lo que el Mensajero de Allah atribuyó al día en que fue el primer ayuno que hizo obligatorio a sus compañeros.
Ibn Abbas narró que cuando el Profeta llegó a Medina, encontró a los judíos ayunando el día de Ashura, por lo que les preguntó: “¿Qué es este día en el que ayunáis?”. Ellos respondieron: “Este es un gran día, porque en él Allah rescató a Musa y su pueblo, y ahogó a Faraón y su pueblo. Así que Musa lo ayunó, en gratitud hacia su Señor y nosotros lo ayunamos también”. Entonces el Profeta dijo: “Nosotros tenemos más derecho al legado de Musa que vosotros”, y desde entonces ayunó este día y ordenó a los musulmanes que lo ayunaran. Y fue obligatorio para los musulmanes hasta que se prescribió el ayuno del mes de Ramadán, en ese momento el Profeta dijo acerca de Ashura: “Quien quiera que lo ayune, y quien quiera que lo deje”. Pero, a pesar de que el ayuno ya no es obligatorio, sigue siendo uno de los días más recomendados del año para ayunar, lo que trae consigo una inmensa recompensa.
Abu Qatada narró que al Mensajero de Allah se le preguntó sobre el ayuno del día de Ashura y respondió: “Espero de Allah que borre todas mis faltas del año pasado”.
Lo mejor es ayunar junto con el día anterior o el día siguiente, como indicó el Profeta en varios hadices. Como ya se ha dicho, el ayuno es totalmente voluntario, por lo que quien lo pueda y quiera hacer, obtendrá su recompensa, pero no hay reproche alguno para quien no lo haga.
El ayuno es la forma principal de conmemorar este día, pero no es el único, ya que todas las buenas acciones se magnifican en el día de Ashura, especialmente la de dar y gastar en tu familia. Y en ello hay un beneficio para tu propia provisión para el resto del año. Muhammad ibn Maysura narró:
“Quien sea generoso con los dependientes de uno en el día de Ashura, Allah le proveerá generosamente durante el resto del año”.
Pedimos a Allah que nos bendiga en este año nuevo y que dé apertura a la umma del islam. Le pedimos que alivie las aflicciones de los musulmanes en dificultad, desplazados por conflictos, la gente de Siria, los rohinyás de Maymar y los uigures de China.