Alhamdulillahi Rabbi l’alamin, al Malik, al Haqq, Al Mubin, en Su Mano están las riendas de los cielos y de la tierra. De Él proceden todas las órdenes. Castiga a quien Él quiere y tiene misericordia de quien quiere y hacia Él será vuestro retorno.
A Él no se le pregunta por lo que hace, pero ellos serán preguntados. Si quiere algo, le dice: «Sé», y lo es. Le damos las gracias, Alabado Sea, en lo bueno y en lo malo, y ashhadu an la ilaha ila Lah wahdahu la sharika lah wa ashhadu anna Muhammadan Abduhu wa rasuluh.
Allah, alabado sea ha enviado a nuestro amado Mensajero ﷺ con la guía y el Din de la verdad para hacerlo prevalecer sobre todas las demás religiones, y Allah es suficiente como Testigo, y paz y bendiciones sobre su buena y pura familia y sus esposas, las Madres de los creyentes, y sobre los que siguen su camino hasta el Día de la Resurrección
Musulmanes, Allah, Alabado sea dice en el Corán: «Nada de lo que sobreviene es sin permiso de Allah.El que crea en Allah, habrá guiado su corazón. Allah es Conocedor de cada cosa».
Una de las bendiciones de Allah, Alabado sea, que mucha gente ignora es la bendición de la estabilidad de la tierra. Allah, Todopoderoso, dice: «Allah es Quien ha hecho para vosotros la tierra como lugar estable y el cielo como edificación» y dijo también: «Acaso Quien ha hecho de la tierra un lugar estable y ha intercalado en ella ríos y le ha puesto cordilleras y ha puesto entre los dos mares una barrera…? ¿Es que hay acaso otro dios con Allah? No, sin embargo la mayoría de ellos no sabe».
Creyentes, nuestros hermanos marroquíes amanecieron la semana pasada con un gran terremoto que dejó miles de mártires, miles de heridos y varios desaparecidos. Luego, nuestros hermanos de Libia despertaron con una gran inundación y un torrente masivo que dejó miles de mártires y miles de desaparecidos. Que Allah tenga misericordia de todos los mártires que respondieron a la llamada de su Señor, y que Allah sane a los heridos, consuele a sus huérfanos y viudas, y pedimos a Allah, Todopoderoso, que acepte a sus mártires, Amin.
Se relató de Abu Hurairah, que Allah esté complacido con él, que El Mensajero de Allah ﷺ dijo: «Los mártires son de cinco clases: el que muere en una epidemia; el que muere por una enfermedad estomacal; el que muere ahogado; el que muere aplastado en un derrumbamiento bajo los escombros; y el que muere combatiendo por la causa de Allah». En otro hadiz, el que muere en un incendio y la mujer que muere embarazada también es considerada como mártir. Siervos de Allah, Allah, Todopoderoso, aflige a quien Él quiere de Sus siervos con terremotos, volcanes e inundaciones para recordarles la bendición de la estabilidad, el pavimento de la tierra, y la estabilidad de la creación en su superficie, y la capacidad para ararla, plantarla, construir sobre ella y aprovechar los bienes que contiene. Si no se hubiera asentado, ninguna de las criaturas habría disfrutado viviendo sobre ella. Asimismo, El hombre por costumbre no reconoce el valor de una bendición hasta que se le priva de ella.
Solo los hambrientos reconocen el valor de la comida, y el valor de la seguridad y la tranquilidad solo lo sabe el que tiene miedo, y solo aquellos que tienen el terremoto bajo sus pies y cuyo hogar ha sido demolido y han perdido a su familia reconocen el valor de la estabilidad y firmeza de la tierra. Musulmanes, Allah, Todopoderoso, manda recordatorios tales como los desastres a los imprudentes, para que se arrepientan y pidan perdón. Él dijo en su libro: «Y no enviamos Nuestros signos sino para infundir temor», es decir, como ejemplo para afianzar su creencia. Él los asustará con las señales para devolverlos al camino recto. Los hace volver del extravío a la guía, de la desobediencia a la obediencia y de los vicios a las virtudes. Pero sólo reflexionarán los creyentes, aquellos dotados de intelecto. Allah Todopoderoso dijo: «Y las señales y las advertencias no sirven de nada al pueblo que no cree».
Siervos suyos, entre las señales de la Hora están los frecuentes y continuos terremotos, dijo el Mensajero ﷺ: «La Hora no llegará hasta que desaparezca el conocimiento, aumenten los terremotos, se reduzca el tiempo, aparezcan las tentaciones y aumente la conmoción». Entonces le preguntaron: «¿Qué es la conmoción, oh Mensajero de Allah?». Él respondió: «Los Asesinatos, los asesinatos». Y dijo: «Hasta que crezca el dinero entre vosotros y lo tengáis en abundancia» (Recogido por Al Bujari).
Creyentes, el terremoto de este mundo nos sirve para recordar el terremoto del Más Allá, que será más fuerte y más severo. Dios Todopoderoso dijo:
¡Hombres! Temed a vuestro Señor, pues en verdad el temblor de la Hora será algo terrible. Oh gente, El día que la veáis, las mujeres que estén amamantando se despreocuparán de lo que estén amamantando y las embarazadas darán a luz lo que lleven en sus vientres y verás a los hombres ebrios pero no estarán ebrios, sino que el castigo de Allah será intenso.
El terremoto puede ser una prueba o un tormento. Una prueba para los creyentes y un castigo para los opresores y los desobedientes. Dice Allah Alabado sea: «Cualquier dolor que os aflija es a causa de lo que se buscaron vuestras manos, sin embargo, Él pasa por alto muchas cosas». También dijo: «La corrupción se ha hecho patente en la tierra y en el mar a causa de lo que las manos de los hombres han adquirido, para hacerles probar parte de lo que hicieron y para que puedan echarse atrás».
Cuando ocurren terremotos y desastres, debemos suplicar a Allah volvernos a Él, abandonar el mal inmediatamente, arrepentirnos y pedir perdón, insistir en la súplica y estar ocupados con el dhikr, dar sadaqah y ayudar a los afligidos tanto como sea posible, aún que sea haciendo du’as.
Allahummah ten misericordia de nosotros con tu rahma que todo lo abarca. Allahummah cúbrenos con tu hermoso manto y protégenos de terremotos, plagas y malos cambios. Ten piedad de todos los mártires dondequiera que estén y concede a sus familias paciencia y consuelo. Allahummah, sana a los heridos y enfermos y proporciona la hermosa paciencia a las viudas y a los huérfanos. Allahummah, no nos destruyas por nuestras faltas ni por las faltas de los demás, y protégenos de tu odio y tu ira. Allahummah, abarata los precios y otorga paz a las patrias y haz que volvamos hacia ti. En verdad eres Attawwab Arrahim. Amin.