Acerca de la pereza

Tened taqwah de Allah siervos suyos, en secreto y en público, adoradle en lo bueno y en lo malo y arrepentíos ante vuestro Señor para que así tengáis éxito.

Nuestro Profeta, la paz sea con él, solía decir: “Allahumma, busco refugio en Ti de la incapacidad, la pereza, la cobardía, la vejez y la avaricia, me refugio en Ti del tormento de la tumba y de las pruebas de la vida y la muerte”.

Buscaba refugio de la incapacidad, la pereza y la pesadez, porque son unas de las características de los hipócritas. La pesadez en la adoración indica debilidad de la fe y que practicarla es solo un hábito. Visitar la mezquita de viernes a viernes es una especie de incapacidad y pereza, y esto está considerado como abandonar las casas del Misericordioso. Asimismo, es una señal de la victoria del nafs y del Shaitan sobre el hombre.

Entre las causas de la dejadez en la religión está el usar el Din para propósitos mundanos; cualquiera que vista la vestidura del Din por el bien de este mundo, Allah lo expondrá, tarde o temprano; y los mismo con la procrastinación, la falsa esperanza, la vanidad y la arrogancia.

Luego, entre las causas de la incapacidad están el tiempo libre, la reticencia al trabajo y el exceso de sueño. Él la paz sea con él, dijo:

El shaitán anuda tres nudos en la nuca de cualquiera de vosotros al dormir y en cada uno de ellos pone (estas palabras): “dispones de una larga noche, así pues duerme”. Y si se despierta y recuerda a Allah se desata un nudo, y si hace wudu se desata otro y si hace el salat se desata otro; de manera que amanece diligente con buen ánimo. Si no, amanece con mal ánimo y perezoso.

¡Musulmanes! La pereza es dejar algo cuando tienes la capacidad de hacerlo. Es un hábito negativo y una desgracia que echa a perder a las personas y a los grupos y corrompe a la juventud. Es la causa del subdesarrollo, la pobreza y la perdición, y si vence al hombre lo puede destruir, lo lleva a la perdición y amarga su gusto por la vida y lo aleja de la creencia. El perezoso será dependiente de su familia y de la sociedad y aporta más mal que bien. En conclusión, la pereza no trae ningún bien, nos da como resultado una persona que fracasa en este mundo y en el Más Allá. La incapacidad, la pereza, la procrastinación, el miedo, el enfado y el sueño equivalen a un ser humano arruinado que no atrae ningún bien.

¡Creyentes!, sabed que el tipo de pereza más peligroso es ser demasiado flojo para realizar lo que Allah te ha encomendado y cumplir con los derechos de las personas y la incapacidad de realizar las oraciones con plenitud, perfección, dedicación y sinceridad. El perezoso no encuentra el placer de postrarse ante Allah, su suyud y ruku´ son incompletos ya que los hace con rapidez, y en su oración está como si pisara brasas, y esto no tiene nada que ver con tener creencia.

Entre las señales de la pesadez en la adoración está el sentir agobio mientras se está en la mezquita. ¿Acaso no sabes que estás en la casa de Allah y eres uno de los huéspedes del Misericordioso?, entonces ¿por qué te estresas? Es una señal de aburrimiento mirar el reloj durante el sermón y girar a derecha e izquierda. ¿Acaso no te puedes permitir una hora a la semana en la que tu corazón se tranquiliza mientras estás en una de las casas de Allah?

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Siervos de Allah. ¿Cómo deberíamos tratar esta enfermedad? ¿Existe una cura para esta enfermedad mortal? La cura es la guía (la hidaia). La guía se obtiene quitando lo que vela la visión del corazón. La percepción (basira) la cubre el velo de la desobediencia y las malas obras cubren la visión del corazón, la guía y la fe. Al abandonar la desobediencia y retirar el amor del Dunia del corazón, ese velo se quitará y el corazón se recuperará y purificará, y el amor de Allah y Su Mensajero se asentará en él.

Entre las cosas que facilitan la hidaia, está el taqwah de Allah Todopoderoso. Hemos visto en jutbas anteriores las llamadas de Surat Al-Anfal. Dice El Altísimo: “¡Vosotros que creéis! Si teméis a Allah, Él os dará discernimiento, ocultará vuestras malas acciones y os perdonará. Y Allah es el del favor inmenso”.

Discernimiento, Al-Furqan, es una luz, una guía, y es uno de los nombres del Corán. Es el conocimiento por el cual se distingue la verdad de la falsedad, el mal del bien, y por el cual conoces lo lícito y lo prohibido. Es la lengua del corazón por la que se saborea la dulzura del iman y del ihsan. Para la persona con el corazón enfermo es igual lo malo y lo bueno, y está siempre confuso. Su corazón no tiene defensa para protegerlo del mal. El afectado es una presa del Shaitan, se deja llevar por sus pasiones y las malas obras, y es un miserable en este mundo y en el otro. Dijo el Todopoderoso: “Y es verdad que no son los ojos los que están ciegos sino que son los corazones que están en los pechos los que están ciegos”

Allahumma, protégenos de la preocupación, de la angustia y de la tristeza, y líbranos de la impotencia y la pereza, y sé para nosotros un guardián, un ayudante, un auxilio y un respaldo.

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