Islam es poner en práctica el Corán y la Sunnah

Bismillahi Rahmani rahim, wa salatu wa salamu ‘ala Rasuli Lah

Dice Allah alabado sea:

“A quien Allah quiere guiar, le abre el pecho al Islam, pero a quien quiere extraviar, hace que su pecho se haga estrecho y apretado como si estuviera ascendiendo al cielo. Del mismo modo Allah pone lo peor en los que no creen”.

Musulmanes, el Islam es un regalo, Allah se lo concede a quien ama y elige de sus siervos. Sin embargo, Él concede Dunia a los que ama y a los que no. El Islam es un gran favor y es la luz de Allah sembrada en los corazones de sus siervos queridos. Asimismo, el Islam no es solo pronunciar la Shahada, sino es poner en práctica lo que se ha revelado en el Corán y en la Sunna, el Islam es adoración, trato y práctica. Es creer en ello con el corazón, pronunciarlo con la lengua, y practicarlo con las extremidades. Si los hechos y los dichos contradicen lo que hay en el corazón, el creyente cae en el nifáq (hipocresía). Es imprescindible que haya armonía entre las tres partes. Si no, es una creencia incompleta.

Siervos de Allah, los corazones se asemejan a los cuerpos: viven y mueren, se enferman y se curan; viven con la fe, la consciencia de Allah, la rectitud, el éxito, la cercanía a Allah, con el poblar sus casas y acudir a los círculos de conocimiento y fiqh, y se enferman por el extravío, la ostentación, por no frecuentar las mezquitas, no asistir a los círculos de dhikr y conocimiento, por la mala compañía y por cualquier tipo de perversión y mala acción. Por lo tanto, los corazones han de ser curados igual que los cuerpos y para ello hay que ponerle un  tratamiento y quitarle el polvo de las malas obras. ¿Cómo se consigue? Limpiándolo de la envidia y del engaño, llenándolo de fe, amor a Allah y a Su profeta. Dice Allah alabado sea:

“¡Vosotros que creéis! Responded a Allah y al Mensajero cuando os llamen a lo que os da vida, y sabed que Allah está en medio del hombre y su corazón y que seréis reunidos para volver a Él”.

Es decir, cuando os llame a lo que da vida a vuestros corazones, a lo que los reanima y los aleja de los deseos. Los corazones se alimentan con el Salat, las Sadaqas, ir a los funerales, visitar los cementerios y rezar sobre los difuntos, ya que acudir a los funerales ablanda los corazones y lo limpia del kibr (el orgullo) y recuerda al hombre su morada. Y es un derecho del musulmán sobre sus hermanos, un acto de inmensa recompensa. Dijo el profeta la paz sea con él: «Quien esté presente en un funeral hasta que se rece la oración tiene la recompensa de un qirat, y quien esté presente hasta que sea enterrado tiene la recompensa de dos qirats». Se preguntó: «¿Qué son dos qirats?» Contestó: «El equivalente a dos enormes montañas». Hadiz de Bujari.

Acompañar a tu hermano musulmán el día de su muerte hasta su tumba es una obligación y un derecho suyo. Así que es un acto cuya recompensa es inmensa, una amonestación y un remedio para los corazones enfermos, aquellos que están lejos de Allah.

Hace dos semanas hemos enterrado en el cementerio de Granada cuatro difuntos y se han realizado dos oraciones fúnebres el mismo día. Los presentes no superaron las diez personas. Si en Granada hay más de 20 000 musulmanes ¿dónde estaban los 19 990 restantes? ¿Acaso dicen que es un deber colectivo? ¿Si lo realizan unos deja de ser obligatorio para el resto? ¿Hasta cuándo os conformáis con ser del resto? ¿Acaso no queréis formar parte de estos pocos? ¿Quién se encargará  entonces de vuestro entierro mañana, de haceros el ghusul y cavar vuestras tumbas? ¿Existe entre vosotros alguien que haya cavado una tumba o participado en bajar el cuerpo dentro?

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Siervos suyos, las mezquitas, los cementerios, los círculos de dhikr y el Corán se abandonaron, pero queremos corazones vivos y sanos… ¿cómo ocurriría esto si la diversión es nuestra única ocupación? se distrajeron los hombres siguiendo nada más que sus deseos y olvidaron las cuentas que han de rendir y un castigo que les espera. ¿Acaso no escucháis el hadiz del profeta la paz sea con él: «os he dejado dos admoniciones: una es muda y es la tumba y la otra  habla y es el Corán”?

Sin embargo, nosotros nos olvidamos de la tumba que nos espera en cada momento y nos apartamos del libro que nos habla. Por consiguiente, la gente se aleja del Din, las mezquitas se quedan vacías, igual que los cementerios, y no se acude a las clases de conocimiento hasta que llega la muerte. Entonces, no sirve de nada arrepentirse. Dirá el hombre: “Desgraciado de mí por haber descuidado lo referente a Allah”, y su Señor le responderá: “Sin embargo te llegaron Mis signos y negaste su verdad, te ensoberbeciste y fuiste de los incrédulos”.

Tened Takwa de Allah siervos suyos, y rendíos cuentas antes de que se os rindan, curad vuestros corazones del olvido antes de que os sorprenda la muerte, el dunia no es sino un puente que lleva a la otra vida, tomad pues de ella sustento para entonces.

Walhamdulillahi rabbi l ‘alamin.

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