Allah ha prometido el fuego al arrogante

Bismillahi Rahmani Rahim, paz y bendiciones sobre el profeta Muhammad, su familia y sus compañeros.

Es cierto que, de entre las enfermedades que entran al corazón, que erradican el Din, que destruyen la adoración y anulan las buenas obras, la enfermedad del kibr (la arrogancia) es de la que pocos se libran. Y no se salvarán del kibr sino aquellos que llenaron su corazón con el Imán y son humildes. La humildad es el antídoto de la arrogancia y del orgullo ante la gente y es imprescindible para el corazón hasta la muerte.

Las enfermedades del corazón son crónicas, y este tipo de enfermedades se pueden curar hasta que llegue la muerte. Todo aquel que deja de ser humilde correrá el riesgo de padecer esta enfermedad, es una de las faltas mayores, y de igual modo, causa la ira del Misericordioso.

Dice Allah en un hadiz Qudsí: “La gloria es mi vestimenta y el orgullo es mi capa. Y quien me las dispute he de arrojarlo en el fuego (en otro relato he de castigarlo)”. ¿Acaso tendrá éxito quien dispute algo que pertenece a Allah? La gloria y el orgullo pertenecen solo a Allah, el Único  El Victorioso. Dice Allah en el Corán: “Suya es la grandeza en los cielos y en la tierra y Él es el Poderoso, el Sabio”. Allah, alabado sea, advirtió a las gentes del peligro de esta enfermedad y prometió un fuego ardiente a cualquiera que tuviera el equivalente de un átomo de arrogancia en su corazón. Dijo el Profeta, la paz sea con él: “Quien posee tanto como un átomo en peso del kibr (orgullo y arrogancia) en su corazón no entrará al Paraíso”.  Dijo, exaltado sea: “Pero es cierto que aquellos cuya soberbia les impida adorarme, entrarán en Yahannam humillados”.

Asimismo, no se juntan la arrogancia y la fe en un corazón, es decir, en un corazón creyente no hay lugar para la arrogancia y en uno arrogante no entra la fe.

Preguntaron al profeta la paz sea con él: “¿Qué hay de una persona que le gusta lo bello en la vestimenta y el calzado? ¿Se considera arrogancia? Respondió: No, Verdaderamente Allah es bello y ama lo que es bello,  el kibr (orgullo y arrogancia) es rechazar la verdad y despreciar a las personas”.

No responder a Allah y a Su mensajero y no cumplir con la obligaciones se considera como rechazar la verdad. De la misma manera, es parte de despreciar a la gente el mirarla malamente, difamarla, desvelar sus defectos y sus secretos, estar pendiente de su vida privada y no apoyarla, así como alegrarse de su tristeza y entristecerse por su alegría.

Es increíble cómo ambiciona  un arrogante entrar al Jardín, mientras Allah dice que Iblis fue expulsado del paraíso por su arrogancia, cuando le ordenó postrarse ante Adam, sin embargo, se negó, se llenó de soberbia, se postraron todos los ángeles excepto Iblis, quien se negó, fue soberbio y fue de los rebeldes. Su Señor le respondió, dijo: “¡Sal! Estás lapidado. La maldición caerá sobre ti hasta el Día de la Rendición de cuentas”.

Entonces, por su arrogancia y no responder a los órdenes de Allah, Iblis fue expulsado del Jardín y excluido de la misericordia de Allah. Asimismo, cualquiera que es arrogante y soberbio ha seguido los pasos de Iblis y como consecuencia se llevará el enfado de Allah.

Él alabado sea, ordenó a su mensajero ser humilde con los creyentes, dijo El Altísimo: “Y baja tus alas en favor de los creyentes que te siguen”. En otra aleya dice, Alabado sea:Por una misericordia de Allah, fuiste suave con ellos; si hubieras sido áspero, de corazón duro, se habrían alejado de tu alrededor”. Por lo tanto, el remedio de esta enfermedad es la humildad. Dijo Mu´aad bin Yabal:

“No alcanzará el siervo los niveles más altos del Imán (fe) hasta que ame la humildad más que al honor, se contente con poco del dunia, que ame y odie por Allah y que sea justo con la gente como lo es consigo y con su familia”.

Preguntaron a Fudail bin ´Iyad sobre la humildad y respondió: “Es someterse y entregarse a la verdad así como aceptarla de cualquiera que la diga”. Y preguntaron a un hombre de los Salihin: “¿Qué es la humildad?”, y respondió: “Ser humilde a pesar de poseer poder, ser asceta a pesar de tener capacidad y ser justo a pesar de tener fuerza”.

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¡Siervos de Allah! después de diagnosticar y analizar esta enfermedad, nos recomendamos  junto con nuestras familias el ser humildes para prevenir que la padezcamos. Ya que Allah, alabado sea, ha humillado a cualquiera que es arrogante en el Dunia y le ha prometido el fuego en la otra vida. ¿Dónde está Faraón, que pretendió la divinidad y dijo: “Soy vuestro Señor”? Y ¿qué hay de Nemrud, a quien le fue enviada una mosca que cambió toda su vida? no se tranquilizaba hasta golpear su cara o su nariz con su calzado. ¿Y dónde está Qarún, cuyas llaves de sus almacenes transportaban las mulas? Allah ordenó a la tierra que se lo tragará junto con su casa por ser arrogante y altivo.  

Y no creas que Allah ignora lo que hacen  los injustos. Allah devolverá a la vida a cada uno de ellos y juzgará a cada uno por sus hechos.