Alhamdulillah, Quien ordenó a sus siervos ser pacientes y les prometió gloria y dignidad en este mundo y victoria en la Otra Vida, y dio alivio de toda preocupación y angustia a los muttaquīn, los que tienen taqwah, Subhanallah, Él es el dueño de la piedad y del perdón.
Siervos de Allah, la rectitud de la sociedad empieza con la rectitud de la familia y su integridad. La familia es la base de la sociedad. Si se establece la enseñanza correcta en cada familia, entonces no se quedará fuera del Camino Recto sino un pequeño número de personas a quienes será fácil, con la ayuda de todos, ayudarles a alcanzar la corrección. Sin embargo, si la corrupción se extiende, toda la sociedad se resentirá. ¡Sed piadosos y alcanzareis la felicidad!
Musulmanes, la sura An-Nissa (de las Mujeres) comienza ordenando la taqwah, y también concluye con el mismo asunto la sura que la antecede, que es la sura Al Imran (la Familia de Imran).
Esta sura trata sobre los derechos de los vulnerables en la sociedad: los huérfanos, los esclavos, los sirvientes y los herederos, y se centra profundamente en las mujeres. Con cada una de estas categorías tenéis derechos y obligaciones que cumplir, por lo que se requiere taqwah en el trato con ellos. Una familia libre de conflictos y discordias, en la que no se produzcan divorcios, producirá hombres que serán modelos a seguir, y mujeres justas, rectas y obedientes.
Sin embargo, los seres humanos se niegan a sí mismos el que una suave brisa sople siempre sobre sus hogares, y el ambiente se torna a veces turbulento, y entonces la felicidad y el contentamiento se transforman en cuestión de segundos en miseria y penuria para los cónyuges.
Si una pareja anhela la felicidad, debe gozar de una tolerancia mutua que mantendrá la seguridad y la tranquilidad en la familia y les permitirá ser fuertes en todo lo demás. Reflexionad conmigo sobre este hadiz: El Mensajero de Allah, salallahu alaihi wa salam dijo:
El shaitán coloca su trono sobre el agua, luego envía a sus ejércitos; y los que más cerca de él están son los más hábiles para crear maldades. Uno de ellos viene y dice: «Hice tal y tal cosa», a lo que el shaitán le responde: «No hiciste nada». Entonces uno de ellos viene y dice: «No dejé a fulano de tal hasta que lo separé de su esposa». Entonces, el shaitán lo acerca a él y le dice: «Lo hiciste bien».
El único objetivo del shaitán es separar al hombre de su esposa, su visión es a largo plazo, y observa las consecuencias de las cosas día tras día. Por esto, es recomendable que la pareja diga al tener relaciones sexuales: «Allahumah protégenos del shaitán y protege lo que nos otorgues (el bebé), de él». El hombre de la casa debe ser tolerante si desea una vida feliz. En el hadiz: «El creyente no descuida, más bien tolera», y dijo un sabio: «cuando vi la ignorancia extenderse entre la gente, a menudo ignoré… hasta que se pensó que yo era un ignorante».
Cuando está enfadado, cada uno de los cónyuges debe recordar los deberes que soporta el otro, para controlarse. Cada uno de ellos tiene un sacrificio que hacer por el bien del otro.
Creyentes, la tranquilidad, la serenidad, la dignidad y el respeto en los hogares son una bendición que a veces solo pueden apreciar bien los que han destruido sus familias con el divorcio. Por ello, el Islam cuida mucho los hogares y los convierte en un lugar de sosiego y tranquilidad. Dice Allah en el Corán: «Allah ha hecho de vuestras casas descanso para vosotros». Esta es la finalidad del Islam para el hogar: contentamiento del corazón y paz para el alma. Nuestro din debe impedir que el hogar de un musulmán sea un lugar para la discordia, los insultos, las maldiciones y la ira; sino que contribuirá a que sea un lugar de descanso, y para ello se han establecido unas normas para que la calma y la tranquilidad se perpetúen, y ha hecho costumbre que el seno del hogar sea algo sagrado. No lo invade cualquiera; no entra nadie antes de pedir permiso. Y se llama la atención acerca del permiso. Allah, Todopoderoso, dice: «¡Vosotros que creéis! No entréis en casas ajenas sin antes haber pedido permiso y haber saludado a su gente. Eso es mejor para vosotros, para que podáis recapacitar».
Y en el Din del Islam se reprende a aquel que espía a la gente y amenaza su seguridad o busca dividirlos mediante calumnias.
Siervos de Allah, para que la vida conyugal continúe en seguridad y paz, se requiere sabiduría, y la sabiduría no son palabras especiales, ni un lenguaje especial; la sabiduría es actuar apropiadamente, en el momento apropiado. El autocontrol cuando se está enfadado es sabiduría, y el silencio cuando se está enfadado es sabiduría, Allah Todopoderoso se la concede a quien Él quiere, y a quien la busque se le facilitará. Dice Allah, Todopoderoso: «Y a aquellos que luchan por Nosotros, seguramente los guiaremos a nuestros caminos. Y Allah está con los que hacen el bien».
Considerar el divorcio como la solución ideal es un gran error cometido por muchas personas. Puede, al principio, ser la solución radical a muchos problemas matrimoniales, pero el divorcio conlleva males y tragedias que no pueden evitarse. El divorcio afecta a las almas. Reflexionemos: ¿Es posible que las parejas olviden todos los recuerdos y los momentos que vivieron juntos en los lugares que visitaron juntos, restaurantes, viajes, etc.? Allah, Todopoderoso, dijo: «Y no olvidéis el bien entre vosotros». Nuestro Profeta ﷺ no se olvidó de Jadiyah, tenía un enorme aprecio por ella y un gran respeto, y llamó al año en el que ella murió el año de la tristeza debido a su intenso dolor por ella. Y Aunque se casó con más de una mujer después de eso, siempre la recordaba…
Siervos suyos, el conflicto y la discordia en la vida conyugal son una espada envenenada que apuñala el corazón de nuestros hijos y destruye sus personalidades, cambia las miradas inocentes por un sentimiento de tristeza acompañado de miedo, ansiedad y lágrimas. Y si los esposos llegan a separarse, y cada uno sigue su camino, los hijos se quedan en medio del camino en una encrucijada, sin saber bien su destino, ni con quién ir. Sus ojos miran al padre, y sus corazones están con la madre. Esta es la consecuencia de este fenómeno que se ha extendido y ha separado a nuestras familias y ha destrozado a nuestros hijos.
Allahumah, únenos y sana nuestro quebrantamiento, guíanos por el camino recto y protégenos de la discordia y la hipocresía. Sé para nosotros un Guardián, un Apoyo, un Ayudante y un Respaldo. Le pedimos a Allah que nos proteja de la ira y del mal. Allahumah delega nuestros asuntos a los mejores entre nosotros y protégenos del enfado, y retira tu ira, ten piedad de nuestros padres y madres, y ten piedad de todos los muertos. Allahumah, ten piedad de ellos y perdónales. Y haz que los sigamos siendo musulmanes , no deshonrados, ni corruptos.
Allahumah, concede la victoria a los oprimidos y derrota a los opresores y acepta a los mártires. Amin.