Los siervos de Allah. Surah Furqan 1

Musulmanes, Allah creó al ser humano y los genios para que Le adoremos. Nuestra condición natural es la de criaturas que adoran a Su creador. Dice Allah: “Y no he creado a los genios y a los hombres sino para que Me adoren”.

La condición de ‘abd, de siervo o esclavo de Allah, es la más elevada ante Allah. Allah describe a Su Mensajero como Su esclavo en varias aleyas en el Corán.

Dice en el Sura del Viaje Nocturno: “Gloria a Quien una noche hizo viajar a Su siervo desde la Mezquita Inviolable hasta la Mezquita más lejana”.

Y en el Sura de la Caverna: “Las alabanzas a Allah que ha hecho descender a Su siervo el Libro”.

Toda la creación está bajo Su poderío y soberanía, todos somos ‘abid, pero solo son ‘ibad los que lo reconocen y lo aceptan. Son los que se someten a Allah, Le adoran y buscan Su complacencia. Estos tienen una serie de cualidades que Allah describe en Su Libro, en las últimas aleyas del Sura al-Furqan, del Discernimiento. Empieza diciendo: “Los siervos del Misericordioso son aquéllos que caminan por la tierra humildemente y que cuando los ignorantes les dirigen la palabra, dicen: Paz”. (25:63)

Dice Al-Qurtubi: La expresión ‘caminan’ hace referencia a su manera de vivir y su comportamiento durante su estancia en este mundo. También dice el Tafsir que significa: los que caminan por la tierra juiciosa y modestamente, los que no propagan la corrupción ni caminan para la desobediencia a Allah, sino para la obediencia y los asuntos permitidos.

Y Allah dice en otra aleya, en la sura de Luqman: “Y no andes por la tierra con insolencia, ciertamente Allah no ama a todo aquel que es presumido y jactancioso”. (31:18)

La humildad es una de las cualidades necesarias del creyente. Y el Profeta era el más humilde y el menos orgulloso de los hombres, a pesar de su posición y su rango elevado. Dice el Qadi ‘Iyad en su Shifá: “Te basta que se le dio a elegir entre ser un profeta rey o ser un profeta siervo y eligió ser un profeta siervo”. No le gustaba que la gente se levantara cuando llegaba, se sentaba donde hubiera sitio, visitaba a los enfermos y aceptaba las invitaciones de los pobres, saludaba a los niños y atendía todas las peticiones. Anas, que Allah esté complacido con él, dijo: Aunque se tratara de una de las esclavas de la gente de Medina, podía tomar la mano del Mensajero de Allah y llevarlo donde quisiera hasta conseguir su menester.

Y ‘Aisha, que Allah esté complacido con ella, dijo: En su casa se ocupaba de los quehaceres de su familia, ordeñaba su oveja, zurcía su ropa, remendaba sus sandalias, se servía a sí mismo, barría la casa, comía con los sirvientes, y cargaba con lo que compraba en el mercado.

Así era el Mensajero, el señor de los hombres, quien tenía toda la creación a su disposición, amable y afable, no consideraba que nada ni nadie estaba por debajo de él.

En la explicación de la palabra humildemente, hawnan, los tafsirs dicen que implica una blandura del corazón y facilidad para relacionarse con la gente y acomodar sus necesidades. Es una humildad en la que no hay humillación ni vejación, sino sinceridad y reconocimiento. El Mensajero dijo en un Hadiz: “Allah me ha ordenado que seáis humildes entre vosotros, hasta que nadie sea jocoso con otro, ni nadie abuse de nadie”.

Y por otro lado, todos conocemos el hadiz que dice: “No entrará en el Jardín quien tenga tan siquiera una mota de orgullo en su corazón”.

Pedimos a Allah que nos haga humildes y purifique nuestros corazones del orgullo.

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La aleya continúa diciendo: “Y que cuando los ignorantes les dirigen la palabra, dicen: Paz”. Es decir, no entran en discusiones o argumentos con la gente de ignorancia, sino que se desvinculan de ellos.

La siguiente aleya dice: “Y los que pasan la noche postrados y en pie, por su Señor”.

Ibn ‘Abbas, que Allah esté complacido con él, dijo: “Quien rece dos rakaats o más después de la oración de la noche, es como si hubiera pasado la noche postrado y de pie para Allah. Y añadió Al-Kalbi: Quien haga dos rakaats después de maghrib y cuatro después de la oración de la noche es como es como si hubiera pasado la noche postrado y de pie para Allah.

La oración voluntaria por la noche es una de las prácticas del Profeta, y algo por lo que Allah elogia en el Coran a la gente que se separa de sus lechos por la noche y piden perdón en la última parte de la noche. Lo hacen buscando Su perdón y Su misericordia y cercanía a Él. Y como hemos visto, pocos rakaats son suficientes para lograr una gran recompensa. Y sabemos que las mejores acciones y las más amadas por Allah son las continuas, aunque sean pequeñas.

Y continúa diciendo: “Y los que dicen: ¡Señor nuestro! Aparta de nosotros el castigo de Yahannam; realmente su castigo es un tormento permanente. Y es un mal hospedaje y una mala residencia”.

Según ibn ‘Abbas, dicen eso en su postración y de pie. Es decir cuando hacen el salat, piden a Allah que les proteja del castigo del fuego, a sabiendas y con conocimiento de la magnitud de lo que piden.

En otra aleya habla de los que le recuerdan de pie, sentados y recostados y reflexionan sobre la creación y dicen: “O señor nuestro, no has creado esto en vano, así que protégenos del castigo del fuego”.

Allahumma Te pedimos que pongas anhelo por Ti en nuestros corazones. Te pedimos que nos permitas adorarte con jushu’, con presencia y humildad. Te pedimos que nos libres y a nuestras familias del fuego y nos hagas entrar en el Jardín en la compañía del Profeta y todos aquellos a los que amas.