El Islam, como hemos mencionado en jutbas anteriores, es un din con amplias dimensiones sociales, ya que una gran parte de él trata de cómo nos relacionamos y tratamos con otras personas. Recordad el hadiz del mensajero de Allah narrado por Ibn ‘Umar en el que dice:
“El creyente que se mezcla / se relaciona con la gente y tiene paciencia frente a cualquier perjuicio que provenga de ellos es mejor que el creyente que no se mezcla con la gente y no soporta su perjuicio”.
Cualquier relación humana cercana es susceptible de generar fricciones, pero tener paciencia y superarlas es mejor que retirarse y aislarse para no tener que lidiar con la gente y sus problemas, como indica el hadiz. Merece la pena recordar esto en el mes de Ramadán en el que, al dedicarle más tiempo a la ‘ibadah, a veces se puede descuidar este aspecto.
Además, es mediante relaciones estrechas que conocemos y somos conscientes de la situaciones de nuestros hermanos y hermanas musulmanas y podemos ayudarles si estamos en posición de hacerlo. Si nos mantenemos cerrados en círculos cada vez más pequeños, podemos ser ajenos a situaciones en las que podemos ayudar. Y el mensajero de Allah dijo: “Quien libere a un creyente de una aflicción en esta vida, Allah le liberará de una aflicción en el Día del Juicio. Quien le facilite ayuda en un momento de dificultad, Allah le facilitará ayuda en esta vida y en la otra. Quien oculte los defectos de un musulmán, Allah ocultará sus defectos en esta vida y en la otra. Verdaderamente que Allah seguirá auxiliando a Su siervo mientras este ayude a su hermano (en el Islam)”.
Este hadiz contiene varias enseñanzas clave para la relación entre los musulmanes y nos alienta a tomar una posición de servicio y de utilidad respecto a nuestros hermanos, lo cual tiene enorme recompensa y consecuencias para nosotros tanto en esta vida como en la próxima. Al liberar a un creyente de algo que le aflige, o participar en ese alivio en cualquier medida, supone que Allah nos recompensará con protegernos de alguna aflicción del Yawm al-Quiyamah.
El Profeta dijo: “La gente más amada por Allah son aquellos más útiles para la gente, los que más beneficio aportan”.
Todo lo que hacemos tiene su recompensa ante Allah, todo el bien que hagamos a cualquier persona, Allah nos lo compensará en la medida de Su generosidad.
El mensajero dijo: “La gente será congregada el Último Día desnuda, hambrienta y sedienta. Allah vestirá a aquellos que dieron de vestir por Allah, y dará de comer a aquellos que dieron de comer por Él, y dará de beber a aquellos que dieron de beber por Él. Quien perdona por Allah, Allah le perdona. Tal y como trates, se te tratará”.
Debemos ser conscientes de esto y actuar en consecuencia. Este mismo sentido tiene el hadiz que dice: “Allah tendrá misericordia con Sus esclavos misericordiosos”.
Y Allah dice en un hadiz Qudsi: “Si queréis Mi misericordia, tened misericordia con Mi creación”.
El hadiz continúa diciendo que Allah cubrirá los defectos de aquel creyente que cubra los defectos de otro creyente. Esto es un deber y un derecho que los musulmanes tienen unos sobre otros. Tienen que estar a salvo de nuestra lengua, tenemos que salvaguardar y proteger su honor, no hablar mal de ellos ni revelar sus defectos o malas acciones, cosa de la que nadie está libre.
El profeta dijo: “El musulmán es aquel de cuya lengua y manos están a salvo los musulmanes”.
Es decir, no sufren por sus palabras o acciones ningún mal, no les difama ni expone sus defectos ni atenta contra su riqueza o posesiones ni contra su salud.
“Verdaderamente que Allah seguirá auxiliando a Su siervo mientras éste ayude a su hermano”.
Cuando nos ponemos al servicio de los musulmanes, Allah se encarga de nuestros asuntos. Otro de los beneficios de ayudar a un creyente, de apoyarle en una dificultad, o aportarle una alegría o felicidad, que es una de las acciones que Allah más ama. En otro hadiz el mensajero dijo: “La acción más amada por Allah después de los actos obligatorios es causar felicidad a un creyente”.
Y dijo también: “Ayudar a mi hermano creyente cuando está en necesidad es más amado por mí que un mes de ayuno y el retiro, i’tikaf, en la mezquita haram”.
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Musulmanes, hemos mencionado algunos aspectos que deben regir las relaciones entre los creyentes, para reflexionar y hacernos conscientes especialmente en este mes de ramadán, en el que el valor y la importancia de estas relaciones tienen un mayor impacto sobre nosotros, nuestras familias y hogares y sobre nuestras comunidades.
Pero las relaciones que más atención merecen los las de lazos de sangre, silaturrahim. Allah ha puesto gran importancia en mantener estos vínculos fuertes. De entre ellos, el más importante es el que se tiene con los padres. Allah menciona en al menos diez aleyas en el Corán la obligación que tenemos de tratar a nuestros padres de la mejor manera, con ihsan, de pedir perdón y misericordia por ellos y de ser agradecidos con ellos. Aquellos cuyos padres vivan, que les traten bien y sean un fuente de alegría para ellos. Y aquellos que hayan muerto, que pidan por ellos. Y esto será el tema de otro jutba, insha Allah.
Dice Allah: “Y hemos encomendado al hombre que haga bien as padres”. (Ahqaaf, 46:14)
Pedimos a Allah que nos conceda la recompensa plena del ayuno. Pedimos a Allah que que nos permita beneficiarnos de las bendiciones de este mes. Pedimos a Allah que fortalezca los lazos entre nosotros.
Pedimos a Allah que bendiga a toda la umma y que traiga alivio y apertura a todos los musulmanes. Pedimos especialmente por los musulmanes en Palestina, en Siria, en Birmania y otros lugares en los que están afligidos injustamente.