Musulmanes, tened taqwa de Allah y adorad a vuestro Señor continuamente, sabed que a medida que pasan los días, nos acercamos al final inevitable, al día de la partida, y al traslado al otro mundo en el que no habrá sino lo que hemos adelantado de bien o de mal.
El Sagrado Corán llama sabios y cuerdos a aquellos que reflexionan sobre el paso del tiempo. Dice Allah, alabado sea: «Es cierto que en la creación de los cielos y la tierra y en la sucesión del día y la noche hay signos para los que saben reconocer la esencia de las cosas. Los que recuerdan a Allah de pie, sentados y acostados y reflexionan sobre la creación de los cielos y la tierra». Asimismo, contemplar y reflexionar son el culto del corazón, la adoración de los gnósticos y la perseverancia de los justos. Ves a algunos de ellos callados pero en sus corazones están reflexionando sobre su final, este tipo de adoración es grandiosa ante Allah.
El estado de reflexión permite a uno rendirse cuentas a sí mismo y entrenar a sus miembros. Por tanto, si uno se encuentra en el camino recto, que aumente el esfuerzo para continuar en la senda de la verdad; y quien se encuentre en el camino de la perdición, que se arrepienta ante su Señor antes de lamentarse. Nadie debe dejar al alma en el descuido y la falsa esperanza, porque esto conlleva en sí extraviarse, seguir cometiendo errores y olvidar la muerte. Dice Allah, alabado sea: «Está cerca para los hombres el momento de rendir cuentas y sin embargo ellos, descuidados, se desentienden».
Musulmanes, sabed que seréis cuestionados por cada año que pasa de vuestra vida ante Allah. En otras palabras, es de lo primero que se os preguntará y es una amanah que Allah os ha otorgado. Se transmitió que Abu Barzah, que Allah esté complacido con él, dijo: «El Mensajero de Allah ﷺ dijo: “El día del Juicio, los pies de todos los siervos no darán un paso antes de que le sea preguntado sobre cuatro cosas: en qué ha gastado su tiempo de vida, en qué empleó su conocimiento, cómo consiguió su riqueza y cómo la gastó y acerca de su cuerpo y qué hizo con él”».
El Profeta comenzó aquí con la vida porque es una bendición que no debe desperdiciarse, mencionó la vida antes que el dinero, el conocimiento y el cuerpo pues sin la vida no se obtiene lo demás. A través de la vida obtienes la complacencia de Allah si la gastas en el bien, o consigues el castigo si la pasas en la desobediencia y en lo prohibido. Es lo más precioso que posee una persona, si la invierte en la obediencia, es una vida bendecida, de lo contrario, es una vida miserable. Una de las súplicas del Mensajero ﷺ era: «Allahumma, haz que la vida sea un aumento para nosotros de todo bien y haz que la muerte sea un alivio para nosotros de todo mal».
Creyente, has de recordar que la vida es temporal, la muerte es inevitable y la inmortalidad en este mundo es imposible ¿acaso ves las antiguas naciones?, ¿dónde están los reyes que construyeron palacios? La respuesta es que dejaron los palacios para partir a las tumbas.
El Profeta ﷺdijo: «Aprovecha cinco cosas antes de la llegada de otras cinco cosas: la vida antes de la muerte, la salud antes de la enfermedad, el tiempo libre antes de estar ocupado, la juventud antes de la vejez y la riqueza antes de la pobreza». Es una gran lección.
El Profeta ﷺ advirtió a los jóvenes que están en plena juventud a invertir su tiempo en el bien, como por ejemplo en la búsqueda del conocimiento o destacar en el estudio, porque la juventud es una sombra fugaz a la que seguirá la vejez y verás un cambio radical en tu salud y en tu cuerpo; luego advirtió al fuerte de que emplee su salud en lo que agrada a Allah antes de que la enfermedad ataque su cuerpo; también amonestó al que está vivo antes de que le llegue la muerte y al que tiene tiempo libre que lo invierta en el bien. Además, advirtió al rico para que gaste su dinero en el bien antes de empobrecerse, porque cuando le llegue la muerte al rico, será despojado de todo su dinero, se lo dejará a otros y será preguntado sobre cómo lo consiguió y dónde lo gastó.
Allahumma, Bendicea nuestras vidas y nuestro rizq, y haz que la muerte sea un alivio para nosotros de todo mal, y que la vida sea un aumento para nosotros de todo bien.
Y no nos destruyas por nuestros pecados, ni por los pecados de los demás, ni por lo que hicieron los insensatos. Concédenos la felicidad de ambos mundos, y líbranos de las pruebas de ambos mundos, Haz que muramos musulmanes, y resucítanos de acuerdo con la Sunnah de nuestro Profeta ﷺ y reúnenos con él y con los veraces y los salihin. Amin