Los regalos de Allah

Musulmanes, tened taqwah de Allah, Él ve lo que hacéis. No seáis injustos, pues solo lo seríais con vosotros mismos. Y recordad que volveremos al Señor que nos ha creado y le rendiremos cuentas, cada uno individualmente. Y no servirá de nada riqueza alguna ni hijos, sino únicamente presentarse ante Allah con el corazón salim.

Allah dice en Su Noble Libro:

Y enseñó a Adam todos los nombres (de los seres creados) y mostró éstos a los ángeles diciéndoles: ¡Decidme sus nombres si sois veraces!
Dijeron: ¡Gloria a Ti! No tenemos más conocimiento que el que Tú nos has enseñado. Tú eres, en verdad, el Conocedor perfecto, el Sabio.
Dijo: ¡Adam! Diles sus nombres.
Y cuando lo hubo hecho, dijo:
¿No os dije que conocía lo desconocido de los cielos y de la tierra, así como lo que mostráis y lo que ocultáis?
Y cuando dijimos a los ángeles: ¡Postraos ante Adam!
Se postraron todos menos Iblis que se negó, se llenó de soberbia y fue de los rebeldes.

Allah enseño a nuestro padre Adam los nombres de todas las cosas. Y así lo erigió como jalifa Suyo en la tierra y lo elevo por encima de los demás seres creados. Ordeno a los ángeles que se postrasen ante él por ser el recipiente de un conocimiento que ellos no tenían. Y dio comienzo así a la enemistad permanente entre el Shaytan y el hombre, prometiendo el primero hacer todo por desviar al segundo de alcanzar nunca su más elevado propósito.

Allah dice en el conocido hadiz qudsi:

“Era un tesoro escondido y quise ser conocido, entonces cree a la creación para así ser conocido”.

Al enseñar Allah, exaltado Sea, a sayyiduna Adam los nombres de todas las cosas, la presencia de la semilla del conocimiento se hizo una realidad intrínseca en el código genético humano. El ser humano tiene la capacidad de contener y conocer todo en su interior si sirve al Señor de todos los mundos.

En otro conocido hadiz qudsi, Allah nuestro Señor dice:

El universo entero no puede contenerme, pero sin embargo sí puede el corazón de Mi siervo.

Estos son inmensos honores que Allah ha depositado sobre el ser humano, llaves que le dan acceso a mundos de conocimiento y significados interminables, herramientas con las que puede transformar su entorno y adaptarlo a su gusto y conveniencia. De alguna forma se podría decir que Allah otorgo a Adam un poder sobre cada cosa, al darle el conocimiento sustantivo de todas las cosas. Quien conoce algo lo domina.

Allah dice en el sura de Yusuf:

Y por encima de todo poseedor de un conocimiento hay un Conocedor.

Allah es el conocedor de lo más recóndito y tiene poder sobre todas las cosas.

Él sabe hasta de la hormiga escondida en la oscuridad de la noche en las profundidades de una roca. Él sabe lo que encierran nuestros pechos.

Allah dice en el Corán, en el sura at-Tanzil:

¿Es que acaso son iguales quienes tienen conocimiento y quienes no lo tienen?

Está claro que el conocimiento otorga una estación sobre la ausencia de este y resulta el medio más útil para obtener el éxito, tanto en esta vida como en el Ajira.

Pero de igual forma el conocimiento supone una gran responsabilidad para quien lo tiene. Y nosotros, que hemos recibido el mensaje del Islam, creemos en el Corán y somos conscientes de nuestra realidad cósmica como hijos de Adam, no podemos olvidar este aspecto.

El Mensajero de Allah ﷺ dijo en el que se considera por muchos ulema la matriz de los hadices, narrado por Bujari y por Muslim:

Las acciones no son sino por sus intenciones, y cada uno obtendrá el fruto de su intención. Así pues, quien hiciese hiyra por Allah y Su mensajero, su hiyra habrá sido por Allah y Su mensajero. Y quien hiciese hiyra por un asunto de Dunia o para casarse con una mujer, su hiyra será para el fin con el que la haya intencionado.

Este hadiz tiene un significado claro y evidente, y es que las acciones que se llevan a cabo se tienen en cuenta y son juzgadas de acuerdo al propósito o la intención que se tiene al realizarlas. Pero si miramos un poco mas allá, podemos ver que esta regla también se puede aplicar a la opinión, o mejor aún, a la actitud que se pueda tener ante algo o alguien en una situación específica, y así afectar al resultado o al devenir de esta.

Cuando el Profeta ﷺ dice “…y cada uno obtendrá el fruto de su intención”, podemos deducir que nuestro deseo encerrado en nuestra intención tiene el poder de afectar e incluso de determinar la realidad de lo que tenemos frente a nosotros, inclusive hasta el punto de transformarla.

Esto es sabido y ampliamente reconocido por pensadores y escritores que ni siquiera son musulmanes, como Napoleon Hill, quien dedicó un capítulo entero a la figura del Profeta Muhammad ﷺ en su obra más conocida titulada Piensa y hazte rico. Este libro fue el primer bestseller que haya existido y es material de estudio para infinidad de personas que buscan obtener resultados grandiosos en su vida. Su autor recoge en él el resultado de una extensa investigación que lleva a cabo durante veinte años, a través de la cual llega a la conclusión de que todas las personas tienen la capacidad de reproducir frente a sí la realidad en la que creen firmemente en su interior y de la que estén firmemente convencidos. Uno de los capítulos de su libro es sobre la perseverancia, y este lo dedica exclusivamente al Profeta Muhammad ﷺ, por considerarlo en un contexto histórico la mayor referencia del grandioso resultado que se puede obtener en la vida con el ejercicio de la perseverancia.

De hecho, sabemos que la duda viene del Shaytan y el resultado de la duda es la descreencia o la falta de confianza en uno mismo o en la verdad del momento.

El Mensajero de Allah ﷺ dijo en un hadiz narrado por Tirmidhi: “Esperar lo mejor también es en sí un acto de adoración”.

Y dijo en un hadiz narrado por Muslim:

El creyente fuerte es mejor y más amado por Allah que el creyente débil, a pesar de que hay bien en ambos. Desea aquello que te traerá beneficio y busca ayuda de Allah y no des cabida a la incapacidad. Si algo te ocurre no digas, … Si tan solo hubiese hecho esto o aquello. Mas bien di, …es el decreto de Allah, Él hace lo que quiere. De otra forma te abrirás a la acción del Shaytan.

Debemos utilizar esta infalible táctica de posicionarnos en nuestro interior allá donde queramos llegar en nuestro exterior y tenemos que transmitir esta actitud y este conocimiento a nuestra familia y a nuestros hijos, pues no hay mejor defensa para ellos y para nosotros que Allah.

Cuando arrojaron a Sayyiduna Ibrahim al fuego, él, en su confianza absoluta en Allah dijo: “Hasbunallahu wani’mal wakil” (Allah es suficiente y Él es el mejor guardián).

Y Allah transformó el fuego y lo hizo frío y pacifico para Ibrahim

Allah dice en un hadiz qudsi:

“Yo estoy en la opinión de Mi siervo sobre Mí”.

El Profeta Muhammad ﷺ dijo:

Allah el Altísimo dijo: ‘Yo soy lo que Mi siervo piensa de Mí. Yo estoy con él cuando Me menciona. Si me menciona en sí mismo, yo lo menciono en Mí mismo, y si me menciona en una asamblea, yo le menciono en una asamblea más grande aún. Si se acerca a Mí en la medida de la distancia de una mano, Yo me acerco a él en la medida de un brazo, y si viene hacia Mí andando, Yo voy hacia él corriendo.

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Musulmanes, tened la más elevada opinión de Allah y recordad siempre que cada uno de vosotros sois una creación única y la única que tiene importancia. Lo que vemos fuera no es sino un reflejo de nuestro interior, es decir, un reflejo de nosotros mismos. Y Allah es el más Poderoso y el Señor absoluto.

Musulmanes, la luz del Islam ilumina vuestro camino. Un camino cuyo final es solamente el éxito, Insha Allah. Os infundo mucho ánimo en este momento de dificultad y opresión en el que nos encontramos en la actualidad. Un momento en el que la libertad se echa en falta cada vez más. Un momento en el que nos preocupa con razón el devenir de las cosas para nosotros y para nuestros hijos. Una época a la que muchos miramos con incredulidad preguntándonos si lo que estamos viendo frente a nosotros está ocurriendo realmente o es fruto de una pesadilla. Pero no desesperéis, esto no es más que un recordatorio claro y contundente de la naturaleza de lo que es esta vida de Dunia. Una miríada de ilusiones y espejismos que se suceden unos a otros mientras se desvanecen sin dejar rastro.Y no olvidéis nunca que esta creación es de Allah y nada se mueve ni ocurre sin Su permiso.

La dificultad y la opresión lleva a los muminun a poner su mirada y redirigir su corazón hacia el Ajira. Debemos volvernos hacia Allah de toda esta mentira y aferrarnos a Su cuerda y no separarnos. Debemos asumir nuestro papel como jalifas de Allah en la tierra y saber que toda la creación estará a nuestro servicio si nosotros le servimos a Él.

Masha Allah La hawla wa laa quwwata illaa billaah

Es lo que Allah quiere, no hay fuerza ni poder sino por Allah.