Recordar a Allah

Allah dice en Su Libro: “¡Vosotros que creéis! Recordad a Allah invocándolo mucho”. (33:41) La palabra dhikr tiene el doble significado de recordar y mencionar. Por lo tanto, el dhikr es mencionar a Allah para recordarlo. Recordar significa traer a la memoria, a la mente o al corazón, algo que se sabía, que se conocía, pero que, en algún grado, se ha olvidado. Todo ser humano en su estado puro y natural conoce y reconoce a Allah; es nuestra fitra. Todo ser humano respondió ‘balaa’cuando Allah le preguntó a la humanidad “a lastu bi-rabbikum,” “¿acaso no soy Yo vuestro Señor?” (7:172) Pero el ser humano es olvidadizo. De hecho, se dice que la palabra insaan en árabe deriva de la palabra nisyaanque significa olvido. Pero no es el hecho de olvidar lo que distingue y diferencia a una persona de otra, sino lo que hace cuando olvida. Algunos se sumergen en el olvido, olvidando que han olvidado, sirviendo a sus apetitos en lugar de su Señor, como aquellos sobre quienes Allah dice:

“Ni obedezcas a aquel del que hemos hecho que su corazón esté descuidado de Nuestro recuerdo y sigue su pasión”. (18:28)

Otra gente toma ese lapso momentáneo hacia el olvido en sí como un recordatorio, para volver a recordar a Allah con más ímpetu, obedeciendo la orden de Allah cuando dice:

“Y recuerda a tu Señor cuando olvides”. (18:24)

Recordar a Allah nos sintoniza y nos pone en armonía con nuestra naturaleza, lo cual trae paz al corazón y por eso dice Allah:

“¿Pues no es acaso con el recuerdo de Allah con lo que se tranquilizan los corazones?”. (13:28)

La principal forma de recordar a Allah es el Salat, con presencia y humildad, y todos los actos obligatorios de adoración, así como la recitación del Corán. Pero generalmente, cuando hablamos de dhikr, nos referimos al recuerdo de Allah con la lengua que se puede hacer en cualquier momento y en cualquier estado. A diferencia de todos los demás actos de adoración, no hay condiciones previas que uno deba cumplir, ningún momento en el que esté prohibido y ningún estado en el que no deba hacerlo. Podemos hacer dhikr en estado de yanaba o durante la menstruación, de día y de noche, en cualquier lugar, en movimiento o parados, en voz alta o en voz baja, individualmente o en grupo, de pie, sentados o acostados. Allah dice:

“Los que recuerdan a Allah de pie, sentados y acostados”. (3:191)

Aisha, que Allah esté complacido con ella, narró que el Mensajero de Allah solía hacer dhikr en todo momento, cuando caminaba, cuando comía, cuando estaba solo, cuando estaba reunido con otras personas… No había lugar ni circunstancia en la que le estuviera prohibido hacer dhikr y no había lugar ni circunstancia en la que se abstuviera de hacerlo.

Reunirse para recordar a Allah es una de las mejores acciones. Anas narró que el Profeta dijo:

“Si pasáis por los prados del Jardín, pastad en ellos”. Los Compañeros preguntaron: “¿Qué son los prados del Jardín?” El Profeta respondió: “Los círculos del dhikr”.

Anas también narró que el Profeta dijo:

“Allah tiene una compañía de ángeles a quienes envía para buscar círculos de dhikr, y cuando los encuentran, los rodean”.

Y Abu Hurayra narró que el Profeta dijo:

“Allah dice: ‘Soy de acuerdo con la opinión que Mi esclavo tenga de Mí. Y estoy con él cuando me recuerda. Cuando me recuerda en sí mismo, lo recuerdo en mí mismo. Y cuando me recuerda en un grupo, lo recuerdo en un grupo aún mejor”. Y recordar a Allah en voz alta y al unísono no es solo permisible sino recomendable. Zayd ibn Aslam narró que Ibn al-Adru dijo:

“Cuando salí con el Profeta una noche, él pasó junto a un hombre en la mezquita que estaba elevando la voz (haciendo dhikr o recitando). Así que le dije al Mensajero de Allah: ‘¿Podría ser que este hombre esté actuando para que la gente le vea?’ Él contestó: ‘No, más bien es de corazón blando’”. Reunirse para recordar a Allah en voz alta es un ejemplo de at-ta’aawun ala-l-birr, ayudarse mutuamente a realizar buenos actos, y eso es una parte destacada del Din.

Así pues, recordad a Allah continuamente, en la soledad y en compañía hasta que las lenguas se empapen del dhikr de Allah y los corazones alcancen la tranquilidad total.

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El Profeta dijo: “La similitud entre el que hace el dhikr de Allah y el que no hace dhikr de Allah es la de alguien que está vivo y alguien que está muerto”. Dhikr es lo que mantiene vivo el corazón, es su alimento y nutriente. Sin él, el corazón se encoge, se oxida y muere. Así que debemos asegurarnos de hacer abundante dhikr, y no abandonarlo ni descuidarnos. Allah dice:

“Y al que está ciego para el recuerdo del Misericordioso le asignamos un demonio que se convierte en su compañero inseparable”. (43:36)

Sin embargo para quien es constante en el recuerdo de Allah, no le esperan nada más que bendiciones, ya que sus beneficios son muchos, enumerados por Ibn Qayyim en más de cien. Estos incluyen el amor y la complacencia de Allah, un corazón libre de preocupación y lleno de alegría y felicidad, un rostro iluminado, un aumento en la provisión, un fortalecimiento del cuerpo, un conocimiento interno directo del Creador, el perdón de las acciones equivocadas, la compañía constante de ángeles y muchos otros. Es el mejor uso de nuestro tiempo y no debemos desperdiciar ni un momento. El Profeta dijo:

“La gente del Jardín no lamentará nada, más que las horas que pasaron en dunya en las que no recordaron a Allah”.

Le pedimos a Allah que nos haga de los hombres y mujeres que recuerdan mucho a Allah, como menciona en el Corán. Pedimos a Allah que bendiga los círculos de dhikr y de enseñanza y derrame Sus bendiciones sobre ellos.