Ostentación y reputación

Alhamdulillah, el Conocedor de lo oculto y los discursos secretos. Él, exaltado Sea, ha prometido a los fieles los rangos más altos del Jardín y ha advertido a los hipócritas de un fuego abrasador. Doy testimonio de que no hay más dios que Allah, solo, sin parecido. Él conoce los ojos traicioneros y lo que encierran los pechos. Y doy testimonio de que nuestro Profeta Muhammad es Su siervo y Mensajero, paz y bendiciones sean sobre él, sobre su familia y sus compañeros.

Musulmanes, tened taqwa de Allah Todopoderoso, actuad en el bien, sed sinceros con Allah, corregid vuestras intenciones, adorad a vuestro Señor y no le asociéis nada, y temed la ostentación, porque la ostentación destruye las acciones del hombre. Esta enfermedad es uno de los soldados del shaitan y sus venenos, ya que el shaitan es el peor enemigo del hijo de Adam. Quiere que se esfuerce y se canse sin recompensa. Quiere que trabaje duro sin recibir nada a cambio.

Siervos de Allah, para que el trabajo sea aceptable se requieren dos condiciones: la primera, que sea solo para Allah, y la segunda que sea correcto, que se ajuste al Corán y a la Sunnah. Al Ijlas significa quedarse a salvo de lo que deshonra, o estar puro de la suciedad y de la impureza. Dijo At Tustari: «Los sabios miraron la interpretación de la sinceridad y no encontraron otra cosa que no sea esta: que los movimientos del siervo y su quietud, en secreto y público, sean solo para Allah Todopoderoso, nada puede mezclarse con él, ni la pasión, ni el alma, ni el Dunia». Porque todo corazón carente de sinceridad está muerto, y solo la sinceridad puede revivirlo. Un hombre vino a Sufyan Az-Zawri quejándose de una enfermedad del corazón, y Sufyan le dijo: «Has de tomar las raíces de la sinceridad y las hojas de la paciencia y el jugo de la humildad, pon todo en el recipiente de la piedad y vierte agua de la consciencia sobre ello. Toma la mezcla con la palma de la sinceridad y bébela de la copa de la búsqueda del perdón». Este es el antídoto para un corazón lleno de ostentación y que busca la reputación. Un hadiz dice quehay un valle en el infierno del que el infierno busca refugio de ello cuatrocientas veces al día. Ese valle fue preparado para los ostentadores de la ummah de Muhammad ﷺ, como los que han memorizado el Corán, y el que da sadaqah pero no por Allah , el que ha hecho el hayy y el que lucha pero sin sinceridad, y le pedimos a Allah que nos proteja y a todas las personas de los valles del Infierno. Por instinto, el ser humano ama la alabanza, la adulación y el egoísmo, porque en ello están los deseos del alma.

Por ello, son pocos los que están a salvo de la ostentación y de amar la reputación excepto aquellos de quienes Allah tiene misericordia. Sahl bin Abdullah At-Tustari dijo:«No hay nada más difícil para el nafs que la sinceridad, porque no gana nada de ello». El nafs susurrador del mal no encuentra placer sino en las faltas. Siempre que sientas que anhelas una obra y te sientes cómodo haciéndola y no te aburres, entonces acusa tu nafs de algo, incluso si es un acto de adoración, como se dijo en el Burdah, y observa tu nafs mientras está actuando en las obras.

Esta es la naturaleza del nafs del hombre, es cómplice del shaitan y le allana el camino para que pueda anular todas sus obras.

Creyentes, por  todas estas razones, y otras, Islam advierte contra la ostentación y contra amar la reputación, y lo considera un shirk menor. Todas las obras del que padece de esta enfermedad no pesarán ni una pluma en el Día de la Resurrección, el día en que ni las riquezas ni los hijos beneficiarán, en el momento en que más necesita una sola buena acción, un día en que la madre dirá a su hijo: «Hijo mío, he hecho mi pecho para ti un alimento, mi regazo una cubierta, y mi vientre un recipiente. ¿Hay alguna buena acción que pueda ser devuelta a mí hoy?». Luego, el hijo le dirá a su madre: «Ojalá pudiera hacer eso, madre. Yo Me quejo de lo que te quejas», y el hijo se encontrará con su padre y le dirá: «Oh padre, he sido bondadoso contigo, y he sido obediente, y te he tratado con compasión, y hoy necesito una buena obra». Y él le dirá: «Hijo mío, desearía poder hacer eso, pero estoy igual que tú».

Esta es una escena del día en que el hombre huirá de su hermano y en el que cada uno pensará solo en salvarse a sí mismo. Nuestro Profeta ﷺ nos ha revelado los horrores que sucedrán en este día, para que podamos multiplicar las buenas obras, y Allah Todopoderoso nos ha advertido en Su Libro, para que no anulemos nuestras obras con reputación y ostentación: «Vosotros  que creéis, obedeced a Allah y a su mensajeros y no anuléis vuestras obras», significa que no anuléis vuestras obras con hipocresía, soberbia y ostentación.

Arriyá’ (ostentación) es que el siervo demuestre y haga alarde de su adoración, que la mejore y la embellezca para que la gente lo vea y lo alabe por ello. Su contrario es el ijlas (la sinceridad), y es hacer un acto de adoración que solo se quiere por ello la faz de Allah. Y arriya’ es un atributo de los hipócritas.

«En efecto, los hipócritas engañan a Allah, y Él los engaña, y cuando se levantan para orar, se levantan perezosos».

El ostentador es una persona débil, un hombre que vacila y no está de acuerdo con nada, tiene una personalidad inestable. Su imam es débil, y su corazón es arrastrado por los vientos. Donde quiera que lo lleven los vientos, va con ellos. Si la gente gira a la derecha, él Se vuelve con ellos para complacerlos. Perfecciona su oración delante de la gente. Recuerda a Allah delante de la gente. Recita el Corán delante de la gente. Lo encuentras incluso en la calle, y sus labios se mueven con el recuerdo de Dios. Gasta dinero delante de la gente. Sin embargo, la enfermedad de la ostentación hace que todo esto se evapore y desaparezca. Y el Día del Juicio, su corazón enfermo estallará de arrepentimiento y remordimiento y estará entre los más pobres de las personas, y quien asocie cualquier cosa con Allah será como si hubiera caído del cielo y las aves lo hubieran enjambrado o el viento lo hubiera arrastrado a un lugar profundo, y verá sus obras en el Día de la Resurrección como un espejismo en un valle, pensando que era agua dulce mientras tenía sed, hasta que cuando vino a él no encontró nada. Y Allah, Todopoderoso, puso un maravilloso ejemplo del destino de las obras de este tipo de personas.

Creyentes, no hagáis que vuestras limosnas pierdan su valor porque las echéis en cara o causéis un perjuicio por ellas; como aquel que da de su riqueza por aparentar ante la gente, pero no cree en Allah ni en el Último Día. Es como una roca sobre la que hay tierra y le cae un aguacero dejándola desnuda. No pueden beneficiarse de nada de lo que obtuvieron. Y Allah no guía a la gente incrédula.

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Se ha narrado, bajo la autoridad de Abu Hurairah, que el Mensajero de Allah ﷺ dijo: «Allah Todopoderoso dijo: “Soy el Autosuficiente, no necesito tener socios. De modo que aquel que haga una acción por la causa de otro, en lugar de por la Mía, hará que esa acción sea rechazada por Mí en favor de quien él ha asociado conmigo”».

Siervos suyos, y quien sea testigo de Su sinceridad, lo que necesita es Sinceridad.

Queridos hermanos y hermanas, ocultad vuestras obras y sabed que las obras en secreto tienen más probabilidad de ser aceptadas. Y eso no significa que dejemos de obrar temiendo a la gente, ya que quien deja alguna obra temiendo a los demás es ostentación, y quien lo hace por ellos es shirk. Lo correcto es que obres con sinceridad y es lo que se requiere sobre todo en lo obligatorio. Luego lo voluntarios, sean rezos u otros actos de adoración, lo mejor es hacerlos en secreto como rezar por la noche, el ayuno voluntario, la sadaqa etc. Dos raqaat en tu casa son mejores que el Dunia y lo que contiene. Las mejores obras son las duraderas, aunque sean en poca cantidad, y poco con sinceridad es mejor que mucho mezclado con ostentación.

Dijo el Profeta ﷺ en un hadiz : «Decid : “Allahumma nos refugiamos en ti de asociarte algo que conocemos y te pedimos perdón por lo que desconocemos”».

Allahummah, purifica nuestros corazones de la ostentación y del shirk, Tú eres quien escucha las plegarias, y haz que nuestras obras sean sinceras para Ti. Allahummah, protege nuestras obras del riya’ y aleja Tu ira y enfado de nosotros.